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por�Shelley M. White
traducci�n
de
Adela Kaufmann � � � � � � � En la sociedad de hoy en d�a, especialmente en el mundo occidental, si se le pidiera a alguien se�alar el lugar en su cuerpo donde se encuentra su conciencia y la toma de decisiones, muy probablemente se�alar�n su cabeza. � Nuestros antepasados� ind�genas, sin embargo, responder�an a la misma pregunta, se�alando sus corazones. � Ellos entendieron la capacidad del coraz�n de percibir de manera inteligente y descifrar el mundo que les rodea, y reconocieron las limitaciones y naturaleza reduccionista de la vida de una manera en la que uno se basa principalmente en la mente.� � Ellos fueron m�s all� de los pensamientos en la cabeza, usando el coraz�n como un �rgano de percepci�n para conectar con los campos de energ�a de otros organismos - no s�lo a otros seres humanos, sino con la tierra tambi�n - con el fin de sumergirse completamente en los significados m�s profundos conteniendo sus pensamientos.� � Participando en este tipo de percepci�n basada en el coraz�n y comunicaci�n con el mundo tiende a hacer relativamente sin sentido, aquello que antes parec�a importante.�Cuando una persona absorbe el significado de otro organismo utilizando su campo del coraz�n, un sutil cambio se produce en el interior, ya sea sutil o mayor, que les cambia por siempre. � Los antiguos griegos se refer�an a este tipo de comunicaci�n silenciosa, invisible basada en el coraz�n como aesthesis, que significa "respirar hacia adentro - aspirar". � � � �
La conexi�n coraz�n-cerebro Debido a esto, el coraz�n es a veces referido como el "cerebro del coraz�n" y nuestra mente es conocida como el "cerebro craneal." � Las se�ales nerviosas enviadas del coraz�n al cerebro craneal afectan significativamente el funcionamiento del cerebro y afectan a los procesos emocionales y cognitivos como la atenci�n, la percepci�n, la memoria y la resoluci�n de problemas. � � �
� � Los diferentes patrones de actividad cardiaca tienen diferentes efectos sobre el cerebro. � Por ejemplo, los patrones err�ticos, inestables de actividad del coraz�n experimentados cuando hay estr�s y/o est�n presentes en los sentimientos negativos, env�an correspondientes se�ales neuronales desde el coraz�n hasta el cerebro craneal, inhibiendo las facultades cognitivas. � Como resultado, la capacidad de razonar y pensar con claridad se ve afectada, lo que puede ser la raz�n por la que muchos�act�an impulsivamente y toman malas decisiones en situaciones de estr�s. � Por otra parte, los patrones estables, ordenados de la actividad del coraz�n durante situaciones agradables y en presencia de sentimientos positivos resultan en las correspondientes se�ales neuronales enviadas desde el coraz�n hasta el cerebro que mejoran las funciones cognitivas y fomentan la estabilidad mental. � As�, haciendo un esfuerzo para manifestar una vida que evoca sentimientos positivos puede aumentar en gran medida la capacidad cognitiva y la estabilidad emocional. � � � �
La conexi�n de cerebro y coraz�n en respuesta a
est�mulos � Los investigadores se refieren a este fen�meno como una "premonici�n del cuerpo." � Esto fomenta a�n m�s la idea de que implementar el coraz�n como �rgano de percepci�n puede ser mucho m�s sabio que aislar el cerebro como el centro principal de percepci�n y conciencia. � �
Los Campos de Coraz�n y de Energ�a � El coraz�n, que ostenta el t�tulo como el �rgano del campo electromagn�tico m�s potente en el cuerpo, puede sentir el coraz�n de otra persona hasta diez metros de distancia. � Dado que el cerebro es muy sensible a las reacciones del coraz�n, es capaz de recoger este tipo de "detecci�n electromagn�tica del coraz�n" y esencialmente altera las ondas cerebrales de otro individuo, as� como a s� mismo, y/o en realidad sincronizar sus ondas cerebrales con las de otra persona. � � El Campo electromagn�tico del coraz�n � � La mayor�a de nosotros hemos�conocido a una persona cuya presencia, sin raz�n aparente, nos causa una sensaci�n de incomodidad - ya sea tristeza, ira, ansiedad, o cualquier otra sensaci�n inc�moda - que justifica la decisi�n de no forjar una conexi�n m�s profunda con ellos. � As� como no podemos saber por qu� nos sentimos de esta manera estando a su alrededor, ya que dijeron las palabras correctas y se presentaron de una manera "socialmente aceptable", a menudo no podemos entender el hecho de que esto est� ocurriendo a causa de la energ�a de la otra persona, y que, en realidad, no es absolutamente nada personal. �
De
esta manera, el electromagnetismo del coraz�n en gran medida forma
nuestras relaciones, gui�ndonos por lo que parece ser una
gravitaci�n casi sin esfuerzo para conectar con los campos del
coraz�n de algunas personas que se convierten en amigos y/o
compa�eros sentimentales, y dirigi�ndonos lejos de la gente cuyas
energ�as del coraz�n chocan con las nuestras.� � Por ejemplo, cuando usted va a un restaurante y la anfitriona le dice que puede sentarse donde desee, es muy probable que no elija cualquier mesa determinada.�Es mucho m�s probable que usted observe la habitaci�n, revisando varias opciones de asientos, aunque su consideraci�n de cada una sea fugaz. � Luego usted elije una mesa, a menudo de numerosas otras mesas iguales, pero �por qu�? � Claro, hay factores como el ruido y el deseo de sentarse junto a una ventana - pero no siempre. � Creo que cada uno de nosotros puede admitir al menos una vez en la vida elegir sentarse en alg�n lugar porque nos sentimos atra�dos a �l, o no sentarse en alg�n lugar, porque por alguna raz�n no se "siente" tan bien como en otro lugar en la habitaci�n. � Pocas veces nos detenemos a preguntarnos por qu� nos intuitivamente tomamos decisiones como esta.� �
Teniendo en cuenta la capacidad del coraz�n para recoger las
energ�as de personas, lugares y cosas, y de manera intuitiva
descifrar lo que "se siente bien" y lo que por alguna raz�n "no se
siente bien�, junto con la sensibilidad del cerebro para detectar
incluso los cambios sutiles en el campo energ�tico del coraz�n y su
capacidad para despu�s modificar sus propios mecanismos de respuesta y
cambiar nuestras ondas cerebrales, patrones de pensamiento, etc.,
parece bastante inapropiado prestar atenci�n al consejo de
pesimistas eternos que aconsejan en contra de seguir el coraz�n.
Ellos le dicen que le llevar�n a problemas, pero esa misma manera de vivir, de colocar la conciencia exclusivamente en la mente y designarla como el �nico �rgano de percepci�n inteligente en nuestros cuerpos, es quiz�s la raz�n por la cual esas personas son tan pesimistas en primer lugar. � Posicionar pensamientos sobre sentimientos�al tomar grandes decisiones en la vida, decisiones especialmente grandes, puede ser�peligroso�- no en la forma en que la sociedad define�peligro, sino por la forma en que el esp�ritu define el peligro, como el confinamiento de cualquier parte de su verdadera esencia interior, que es en muchos aspectos, un despertar de la muerte. � Discutiblemente igual de peligroso sin embargo, y sin duda igualmente importante, es no colocar los sentimientos sobre los pensamientos completamente al tomar decisiones.�S�, sobre todo las grandes decisiones. � El truco para la soluci�n de este problema realmente no es tanto truco, sino que es m�s un antiguo camino, una manera de vivir hace mucho tiempo olvidada, en la que usted mantiene algo de equilibrio energ�tico entre el coraz�n y el cerebro�- y todas las partes de uno mismo para eso.� � Aprender a�sintonizarse con los cambios sutiles en la energ�a y distinguir sus or�genes, y aprender la diferencia entre "yo" y el "no yo"�con el fin de ser capaz de decir si la negatividad que est� usted sintiendo es suya propia o es de otra persona. Esto ayuda a evitar que las abrumadoras e inevitables energ�as negativas que ocurren a menudo cuando usted es susceptible a recoger la energ�a del otro y tomarla como si fuera suya propia. � Haciendo un esfuerzo mental para�silenciar los pensamientos y escuchar sus sentimientos, y darse cuenta de c�mo los sentimientos se alteran cuando las personas o las cosas que le rodean se alteran, permitiendo a�la conciencia craneal�y�a la conciencia del coraz�n�trabajar productivamente juntas�sin que una domine a la otra.
� De todos modos, el coraz�n puede sintonizarse con el cerebro y sentir sus pensamientos, combinando as� los dos �rganos de percepci�n. � Jugando con c�mo le hacen sentir los diferentes pensamientos, sin luego adjuntar m�s pensamientos a esos sentimientos o historias, y en lugar de limitarse a dejarlos all� mientras usted conscientemente reconoce que est�n ah�, tambi�n es crucial para encontrar un equilibrio al trabajar con los dos �rganos de percepci�n. � Al escuchar c�mo el coraz�n se siente sin a�adir pensamientos mentales e historias a esos sentimientos, entonces, usted puede optar por colocar sus pensamientos hacia lo que se siente m�s bien al tomar usted las decisiones.
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