por�Shelley M. White
�10 Abril 2015�
del Sitio Web�
Collective-Evolution

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

En la sociedad de hoy en d�a, especialmente en el mundo occidental, si se le pidiera a alguien se�alar el lugar en su cuerpo donde se encuentra su conciencia y la toma de decisiones, muy probablemente se�alar�n su cabeza.

Nuestros antepasados� ind�genas, sin embargo, responder�an a la misma pregunta, se�alando sus corazones.

Ellos entendieron la capacidad del coraz�n de percibir de manera inteligente y descifrar el mundo que les rodea, y reconocieron las limitaciones y naturaleza reduccionista de la vida de una manera en la que uno se basa principalmente en la mente.�

Ellos fueron m�s all� de los pensamientos en la cabeza, usando el coraz�n como un �rgano de percepci�n para conectar con los campos de energ�a de otros organismos - no s�lo a otros seres humanos, sino con la tierra tambi�n - con el fin de sumergirse completamente en los significados m�s profundos conteniendo sus pensamientos.�

Participando en este tipo de percepci�n basada en el coraz�n y comunicaci�n con el mundo tiende a hacer relativamente sin sentido, aquello que antes parec�a importante.�Cuando una persona absorbe el significado de otro organismo utilizando su campo del coraz�n, un sutil cambio se produce en el interior, ya sea sutil o mayor, que les cambia por siempre.

Los antiguos griegos se refer�an a este tipo de comunicaci�n silenciosa, invisible basada en el coraz�n como aesthesis, que significa "respirar hacia adentro - aspirar".

La conexi�n coraz�n-cerebro

Aunque a muchos de nosotros nos han ense�ado que el coraz�n responde a las �rdenes del cerebro, enviadas en forma de redes neuronales, la verdad es que el coraz�n realmente env�a m�s �rdenes al cerebro a trav�s de se�ales neuronales de lo que el cerebro le env�a al coraz�n.

Debido a esto, el coraz�n es a veces referido como el "cerebro del coraz�n" y nuestra mente es conocida como el "cerebro craneal."

Las se�ales nerviosas enviadas del coraz�n al cerebro craneal afectan significativamente el funcionamiento del cerebro y afectan a los procesos emocionales y cognitivos como la atenci�n, la percepci�n, la memoria y la resoluci�n de problemas.

Los diferentes patrones de actividad cardiaca tienen diferentes efectos sobre el cerebro.

Por ejemplo, los patrones err�ticos, inestables de actividad del coraz�n experimentados cuando hay estr�s y/o est�n presentes en los sentimientos negativos, env�an correspondientes se�ales neuronales desde el coraz�n hasta el cerebro craneal, inhibiendo las facultades cognitivas.

Como resultado, la capacidad de razonar y pensar con claridad se ve afectada, lo que puede ser la raz�n por la que muchos�act�an impulsivamente y toman malas decisiones en situaciones de estr�s.

Por otra parte, los patrones estables, ordenados de la actividad del coraz�n durante situaciones agradables y en presencia de sentimientos positivos resultan en las correspondientes se�ales neuronales enviadas desde el coraz�n hasta el cerebro que mejoran las funciones cognitivas y fomentan la estabilidad mental.

As�, haciendo un esfuerzo para manifestar una vida que evoca sentimientos positivos puede aumentar en gran medida la capacidad cognitiva y la estabilidad emocional.

La conexi�n de cerebro y coraz�n en respuesta a est�mulos

Un estudio encontr� que el coraz�n recibe y reacciona a los est�mulos antes de que ocurran, formulando una respuesta a la informaci�n entrante antes que el cerebro incluso tenga la oportunidad de procesarlo.

Los investigadores se refieren a este fen�meno como una "premonici�n del cuerpo."

Esto fomenta a�n m�s la idea de que implementar el coraz�n como �rgano de percepci�n puede ser mucho m�s sabio que aislar el cerebro como el centro principal de percepci�n y conciencia.


Los Campos de Coraz�n y de Energ�a

El coraz�n, que ostenta el t�tulo como el �rgano del campo electromagn�tico m�s potente en el cuerpo, puede sentir el coraz�n de otra persona hasta diez metros de distancia.

Dado que el cerebro es muy sensible a las reacciones del coraz�n, es capaz de recoger este tipo de "detecci�n electromagn�tica del coraz�n" y esencialmente altera las ondas cerebrales de otro individuo, as� como a s� mismo, y/o en realidad sincronizar sus ondas cerebrales con las de otra persona.

El Campo electromagn�tico del coraz�n

La mayor�a de nosotros hemos�conocido a una persona cuya presencia, sin raz�n aparente, nos causa una sensaci�n de incomodidad - ya sea tristeza, ira, ansiedad, o cualquier otra sensaci�n inc�moda - que justifica la decisi�n de no forjar una conexi�n m�s profunda con ellos.

As� como no podemos saber por qu� nos sentimos de esta manera estando a su alrededor, ya que dijeron las palabras correctas y se presentaron de una manera "socialmente aceptable", a menudo no podemos entender el hecho de que esto est� ocurriendo a causa de la energ�a de la otra persona, y que, en realidad, no es absolutamente nada personal.

De esta manera, el electromagnetismo del coraz�n en gran medida forma nuestras relaciones, gui�ndonos por lo que parece ser una gravitaci�n casi sin esfuerzo para conectar con los campos del coraz�n de algunas personas que se convierten en amigos y/o compa�eros sentimentales, y dirigi�ndonos lejos de la gente cuyas energ�as del coraz�n chocan con las nuestras.�

Este tipo de sentir la energ�a tambi�n ocurre con lugares, objetos, etc�tera.

Por ejemplo, cuando usted va a un restaurante y la anfitriona le dice que puede sentarse donde desee, es muy probable que no elija cualquier mesa determinada.�Es mucho m�s probable que usted observe la habitaci�n, revisando varias opciones de asientos, aunque su consideraci�n de cada una sea fugaz.

Luego usted elije una mesa, a menudo de numerosas otras mesas iguales, pero �por qu�?

Claro, hay factores como el ruido y el deseo de sentarse junto a una ventana - pero no siempre.

Creo que cada uno de nosotros puede admitir al menos una vez en la vida elegir sentarse en alg�n lugar porque nos sentimos atra�dos a �l, o no sentarse en alg�n lugar, porque por alguna raz�n no se "siente" tan bien como en otro lugar en la habitaci�n.

Pocas veces nos detenemos a preguntarnos por qu� nos intuitivamente tomamos decisiones como esta.�

Teniendo en cuenta la capacidad del coraz�n para recoger las energ�as de personas, lugares y cosas, y de manera intuitiva descifrar lo que "se siente bien" y lo que por alguna raz�n "no se siente bien�, junto con la sensibilidad del cerebro para detectar incluso los cambios sutiles en el campo energ�tico del coraz�n y su capacidad para despu�s modificar sus propios mecanismos de respuesta y cambiar nuestras ondas cerebrales, patrones de pensamiento, etc., parece bastante inapropiado prestar atenci�n al consejo de pesimistas eternos que aconsejan en contra de seguir el coraz�n.

Ellos le dicen que le llevar�n a problemas, pero esa misma manera de vivir, de colocar la conciencia exclusivamente en la mente y designarla como el �nico �rgano de percepci�n inteligente en nuestros cuerpos, es quiz�s la raz�n por la cual esas personas son tan pesimistas en primer lugar.

Posicionar pensamientos sobre sentimientos�al tomar grandes decisiones en la vida, decisiones especialmente grandes, puede ser�peligroso�- no en la forma en que la sociedad define�peligro, sino por la forma en que el esp�ritu define el peligro, como el confinamiento de cualquier parte de su verdadera esencia interior, que es en muchos aspectos, un despertar de la muerte.

Discutiblemente igual de peligroso sin embargo, y sin duda igualmente importante, es no colocar los sentimientos sobre los pensamientos completamente al tomar decisiones.�S�, sobre todo las grandes decisiones.

El truco para la soluci�n de este problema realmente no es tanto truco, sino que es m�s un antiguo camino, una manera de vivir hace mucho tiempo olvidada, en la que usted mantiene algo de equilibrio energ�tico entre el coraz�n y el cerebro�- y todas las partes de uno mismo para eso.�

Aprender a�sintonizarse con los cambios sutiles en la energ�a y distinguir sus or�genes, y aprender la diferencia entre "yo" y el "no yo"�con el fin de ser capaz de decir si la negatividad que est� usted sintiendo es suya propia o es de otra persona. Esto ayuda a evitar que las abrumadoras e inevitables energ�as negativas que ocurren a menudo cuando usted es susceptible a recoger la energ�a del otro y tomarla como si fuera suya propia.

Haciendo un esfuerzo mental para�silenciar los pensamientos y escuchar sus sentimientos, y darse cuenta de c�mo los sentimientos se alteran cuando las personas o las cosas que le rodean se alteran, permitiendo a�la conciencia craneal�y�a la conciencia del coraz�ntrabajar productivamente juntas�sin que una domine a la otra.


Usando el coraz�n, el cerebro puede distinguir lo que realmente quiere de aquello a lo que estaba condicionado a querer, pero por lo que no tiene ninguna pasi�n profundamente arraigada.�

De todos modos, el coraz�n puede sintonizarse con el cerebro y sentir sus pensamientos, combinando as� los dos �rganos de percepci�n.

Jugando con c�mo le hacen sentir los diferentes pensamientos, sin luego adjuntar m�s pensamientos a esos sentimientos o historias, y en lugar de limitarse a dejarlos all� mientras usted conscientemente reconoce que est�n ah�, tambi�n es crucial para encontrar un equilibrio al trabajar con los dos �rganos de percepci�n.

Al escuchar c�mo el coraz�n se siente sin a�adir pensamientos mentales e historias a esos sentimientos, entonces, usted puede optar por colocar sus pensamientos hacia lo que se siente m�s bien al tomar usted las decisiones.

"El estr�s constante crea un ambiente energ�tico, afectando a la ciudad y el pa�s, difundi�ndose de naci�n en naci�n, causando desarmon�a, enfermedades, tormentas y guerras

La inteligencia del coraz�n puede ayudar a disipar estas energ�as negativas, dando a la gente un nuevo comienzo en el aprendizaje de c�mo llevarse bien.

En la medida en que suficientes personas aprenden acerca�de la aptitud emocional, causar� un cambio global en la nueva conciencia de la que muchos est�n hablando, y luego la calidad de vida tiene la oportunidad de volverse mejor para el conjunto".

Doc Childre