�
� � �
por�Gary 'Z' McGee
22 Enero 2015
traducci�n
de
Adela Kaufmann � � � � � � � "El misterio supremo del despotismo, su propiedad y estancia, es mantener a los hombres en un estado de enga�o, y ocultar el miedo por el que deben ser sostenidos en monitoreo, por lo que luchar�n tanto por su servidumbre como por su salvaci�n". � � � �Est� usted luchando por su servidumbre como si fuera su salvaci�n? � Entonces usted ha sido bien enga�ado.�Usted ha sido una oveja comprometida.�Sus pensamientos no son suyos propios.�Sus acciones no son las suyas propias.�Usted es en todas las formas un t�tere acondicionado que est� bajo la ilusi�n de ser libre, y�los psic�patas del mundo�son sus titiriteros intransigentes.� � Las preguntas que debe estar preguntando son los siguientes:
Para responder a estas preguntas de manera efectiva, de hecho con el fin de llegar a mejores preguntas, tenemos que ser capaces de transformar a nuestro aspirante a psicopatolog�a en un valiente Empat�logo�en el ahora. � El c�ncer comienza con un grupo de c�lulas que fallan en comunicarse con la se�al consciente del anfitri�n.� � Estas c�lulas se vuelven�competitivas�en lugar de�cooperativas.�Cuando lo competitivo se vuelve primario y lo cooperativo secundario, entonces sabemos que hemos fracasado como especie. � En conjunto, entre todos los seres humanos, la vanidad conduce a la segregaci�n y la competencia, la competencia conduce al miedo y a la avaricia, la codicia lleva a enga�o y a la inmoralidad, y el enga�o y la inmoralidad es el caldo de cultivo para la enfermedad de hacer la guerra unos con otros y nuestra tierra.� � Cada acto de odio y autodestrucci�n en nuestro mundo comienza con el auto-odio y la autodestrucci�n.�Y todo comienza con una ruptura en la comunicaci�n. � Hemos perdido la capacidad de comunicarnos unos con otros como seres humanos naturales.�Hemos perdido la capacidad de comunicarnos con la naturaleza de una manera saludable.�Estos actos inconscientes de desaprendizaje son sist�micos y transmitidos de generaci�n insalubre a generaci�n insalubre.� � Es hora de romper la cadena parroquial de nuestro anticuado sistema de valores.�Es hora de�des-jodernos a nosotros mismos�de este insalubre e insostenible debacle. � Como�R.D. Laing�dijo,
La forma m�s sencilla es ser el cambio que deseamos ver en el mundo para que podamos ser una fuerza de la naturaleza lo suficientemente potente como para cambiar tambi�n el mundo. � Sin embargo, otra forma es desenga�arnos a nosotros mismos, y volvernos compasivos y emp�ticos a la dif�cil situaci�n de otros, y esparcir trozos de verdad sobre el enga�o masivo como semillas que eventualmente se convertir�n en una fuerza a tener en cuenta.� � En su forma actual, la humanidad est� atrapada en el ciclo del miedo, la apat�a y el odio. � Una sociedad basada en�el miedo,�la apat�a�y�el odio�establece un sistema que es fundamentalmente incapaz de producir salud y felicidad y por lo tanto reprime el desarrollo humano.� � � Y aqu� estamos:
Sin embargo, nuestro escape de este patr�n no saludable no s�lo radica en la rebeli�n, sino tambi�n en el cultivo de una libertad personal y un abandono de todas las formas de anestesia y autoenga�o. � En efecto, mientras que la aut�ntica libertad no se alcanza f�cilmente, su deficiencia es evidente en la devastaci�n tanto para el individuo �como para la mayor cultura, mientras los conformistas miopes buscan victimizarse unos a otros y repetidamente inflingen violencia en el mundo con el fin de�mantener la ilusi�n de confort y poder�que est� siendo protegido por la bandera de su enga�o.� � Como�Arno Gruen�dijo,
Comprenda: el mundo fue hecho para ser�libre�en �l. � Renuncie a todos los otros mundos, excepto a aquel en la que usted es libre;�si ese mundo es su familia, su pa�s, su religi�n, o su pol�tica.�Escape de cualquier mundo que no le permita ser libre.�Una clara se�al de que usted no es libre es que usted est� siendo enga�ado. � La pregunta es: �se siente usted bien con ser enga�ado?� � Como��advierte Chris Hedges,
Son precisamente estos mundos virtuales los que tenemos que darles vuelta.�Los mundos virtuales son herramientas. � Tenemos que pasar de ser herramientas irresponsables que sucumben a un sistema enga�oso, a usar de nuestras herramientas de manera responsable y emp�ticamente con el fin de transformar el sistema en una versi�n m�s saludable de s� mismo.� � Hay una guerra en curso entre�los mentirosos manipuladores�y los compasivos que dicen la verdad, entre�los psic�patas�y�emp�ticos. � �De qu� lado est� usted?� � Esto tambi�n plantea la pregunta:
Cuidado con la tiran�a de la costumbre. � No seas inflexible.�Cuanto m�s el�stico y fluido eres, m�s� vas a mantenerte a flote cuando las aguas de trituraci�n de la vicisitud vienen estrell�ndose a trav�s, m�s estar�s preparado para ser un faro de esperanza para otros.� � El cambio no es f�cil, nunca lo ha sido.�Pero el cambio es inevitable.�O nos destrozamos a nosotros mismos y al mundo tratando de evitarlo, o nos adaptamos y lo superamos con el fin de evolucionar con �l. � Uno de mis deberes como arquero de periferia en este mundo es penetrar el enga�o, darle vuelta a las rocas,�alertar a la gente�a las verdades ocultas, y crear conciencia profunda.� � Digo, en vez de tratar de poseer la Verdad;�d�jate poseer por ella.�As� son las cosas: yo no soy una v�ctima del mundo, yo�soy�el mundo. � Pero eso no fue siempre el caso.�Yo sol�a trabajar para�la NSA�a trav�s de la Marina de los Estados Unidos como un cripto-analista.�S�, yo era ingenuo.�Yo, como muchos marineros inocentes, soldados, aviadores e infantes de marina, fui enga�ado haci�ndome creer que yo estaba luchando con honor y espiando para proteger la vida de las personas inocentes del mundo.� � Yo estaba�equivocado.�Yo estaba embaucado.�Nosotros�est�bamos enga�ados.�Todo eso era solo doble discurso. � Est�bamos en realidad all� para luchar y espiar por cuenta de un�r�gimen corporativo plutocr�tico inmoral�que todav�a est� en el poder hoy.�Est�bamos all� para ser peones en un gigantesco juego de ajedrez sobre petr�leo y energ�a.��ramos engranajes condicionados de un inmoral reloj de sistem�tica�propaganda�y �rdenes contrarias a la �tica.� � Utilizaron��t�cticas de miedo para mantenernos paranoicos.�Utilizaron t�tulos falsos y rango falso para jugar con nuestras pasiones.�Usaron esos mismos t�tulos falsos para jugar con nuestro orgullo, d�ndonos cintas vac�as, medallas llamativas de la nada, y un rango que no significaba nada m�s que eso, que uno era una buena y obediente ovejita para un inmoral monstruo de hombres bien enga�ados. � Bueno, �ya basta�!� � La guerra no es la paz.�La ignorancia no es la fuerza.�La libertad no es la esclavitud.
Y as�, eso fue exactamente lo que hice. � Decid�� desenga�arme a m� mismo, utilizando un proceso de auto-interrogatorio despiadado y un humor de lo m�s alto para revelar la verdad oculta detr�s de la cortina de humo del enga�o masivo.�Lo que aprend� sacudi� mi mundo, as� como muchos otros.�Pero mi liberaci�n fue mi salvaci�n.� � El�dolor que vino del�conocimiento�fue excepcionalmente m�s gratificante que la felicidad que viene de la ignorancia.�Mi ca�da fue profunda, pero cuando golpe� el suelo, volv� a aprender c�mo caer en el amor. � Al igual que�Sogyal Rinpoche�dijo,
La �nica manera de que el enga�o es moral es a trav�s del proceso art�stico. � Al igual que�Marco Tempest�dijo,
Necesitamos m�s de esta magia, sobre todo en un mundo cada vez m�s carente de magia. � Es magia precisamente porque transforma el enga�o en la verdad, y por lo tanto tiene el poder de transformar a los psic�patas en emp�ticos, plantando semillas como diminutas, balizas envasadas de esperanza.� � Ya sea que se trate de�las tiras c�micas de Charlie Hebdo�o�de art�culos como �ste, el arte puede cambiar literalmente el mundo. � Nuestro arte audaz es como la esgrima en el cerebro, lo que demuestra que la pluma es ciertamente m�s poderosa que la espada.�Con ella podemos cortar el yugo del enga�o que se ha transmitido de una estructura de poder no �tica formada por hombres y mujeres psic�patas empe�ados en mantener su poder en la medida en que est� destruyendo el mundo. � Como�Arno Gruen�dijo,
Es deber de los emp�ticos art�sticas de todo el mundo cumplir con esta falsa invulnerabilidad con el poder m�s real de la vulnerabilidad absoluta, y el arte ser� nuestro veh�culo. � El valor no es ser invulnerable, como una m�quina.�El valor no es una dureza constante, como un tanque.�Es una plasticidad suave, como el agua.�Les ruego, a ustedes que se atrevan en gran medida, no busquen lo que es s�lido dentro de ustedes, busquen lo que es suave y maleable.�La valent�a vendr�.� � � Al igual que�Bruce Lee�vertiendo agua dentro y fuera de un c�liz, diciendo "S� agua, amiga m�a," tu suavidad tomar� forma y asumir� la forma de empat�a que tiene el poder para aplastar todas las formas de psicopatolog�a, y su forma ser� una aventura de las m�s altas. � La gente a menudo me pregunta, desconcertada,
Y yo les digo:
� � |
�