por�Kingsley L. Dennis�
23 Octubre 2014

del Sitio Web�RealitySandwich

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Muchos de nosotros hemos sido educados dentro de una estructura social que demanda que nos volvamos 'miembros productivos' de nuestra sociedad;de este modo se pone mucho �nfasis en el desarrollo de habilidades individuales para que podamos competir entre nosotros para el mejoramiento social.

Inherente a esto hay un miedo residual que si nos abrimos demasiado a otros podemos perder nuestra 'ventaja competitiva' y el sentido definido de la individualidad.

Gran parte de los�medios de comunicaci�n(tambi�n conocido comola propaganda) han explotado las im�genes mitol�gicas, estereotipos colectivos, y significativos inconscientes que juegan con nuestras vulnerabilidades y miedos sociales colectivos.El conocimiento se ha m�s o menos filtrado hasta llegar a la persona promedio a trav�s de canales fuertemente filtrados, y con mayor frecuencia han sido manipulados, modificados, y/o editados.

El resultado final ha sido, no el conocimiento, sino la informaci�n de consenso, o la informaci�n 'permitida'.

Ha servido ala estructura de poder de la �lite, as� que la gente en general no han despertado a la comprensi�n de que la humanidad posee una incre�ble capacidad y recursos inherentes para la expansi�n creativa y el desarrollo evolutivo.

A esto se suma el hecho de que la ciencia occidental, que se ha afirmado como la dominante hegemon�a desde el Renacimiento, se ha esforzado para destacar que la materia es primaria y que la conciencia es un secundario subproducto de nuestra actividad mental.La visi�n del mundo moderno que niega la primac�a de la conciencia est� fomentando formas de alienaci�n humana, tanto psicol�gicos como sociales.

Es una gran paradoja que la ciencia moderna, en s� misma un resultado de la conciencia humana, ha producidouna visi�n del cosmos que no tiene espacio para la conciencia.

Sin embargo, los seres humanos est�n en necesidad de sentido y significado en sus vidas, as� como tambi�n est�n en necesidad de aire para respirar y alimentos para comer.Esta lucha por la mente consciente de la humanidad, que ha estado sucediendo en diversas formas durante millones de a�os, est� llegando a un punto crucial en nuestra generaci�n actual.

Estamos en un per�odo de transici�n que ve la conciencia en expansi�n y conectividad entre las personas de todo el mundo chocando contrala creciente "m�quina de vigilancia" del autoritarismo tecnocr�tico.

El resultado es que ahora hemos llegado colectivamente a un momento cr�tico en nuestra evoluci�n de la civilizaci�n humana.

Sin embargo, cualquier sociedad o civilizaci�n que hace del mundo material su �nica persecuci�n y objeto de preocupaci�n, no pueden m�s que involucionar a largo plazo.Ahora es necesario ver nuestros potenciales futuros, no la prensa diaria.

Comotan acertadamente coment� el profesorNeedleman:

El esoterismo es el coraz�n de la civilizaci�n.Y si las formas externas de una civilizaci�n humana llegan a ser totalmente incapaces de contener y adaptar las energ�as de grandes ense�anzas espirituales, entonces la civilizaci�n ha dejado de cumplir su funci�n en el universo.[1]

Por tanto, es imperativo que empecemos a quitarnos las cadenas y romper el condicionamiento social de no-desarrollo,esto incluye ser consciente del tipo de impactos de los medios de comunicaci�n a los que estamos abiertos.

Por otra parte, durante los momentos de desorden/desequilibrio social y cultural, la mente humana a menudo trabaja con una energ�a e intensidad no manifestada cuando los patrones sociales son estables y mon�tonos.

En esos per�odos din�micos puede haber la comprensi�n de que ning�n individuo es aislado;que cada persona est� entretejida en una vibrante red de interrelaciones psicol�gicas, emocionales y espirituales.�

Tales realizaciones pueden incrementarse durante per�odos como �stos ahora, cuando parece que la conciencia humana se est� moviendo a trav�s de un cr�tico tiempo de transici�n.

Nuestra autoconciencia sobre la naturaleza de la conciencia humana se ha incrementado considerablemente en las �ltimas d�cadas.

Los �ltimos hallazgos en las nuevas ciencias (especialmente la ciencia cu�ntica y la neurociencia), en losestudios de la conciencia, en la popularidad para el auto-desarrollo interior etc., todos indicanuna nueva conciencia emergente dentro de nuestra conciencia colectiva.

Es decir,�el cambio energ�ticovendr� a trav�s de nuestras formas sociales y culturales, y no evit�ndolos.

Un cambio en el desarrollo a gran escala puede ocurrir mediante la creaci�n de un cambio consciente desde el interior de nuestra vida cotidiana y dentro de nuestros sistemas sociales, y no fuera de ellos.Con s�lo caminar en este planeta, nosotros sostenemos el enfoque y la intenci�n, creamos una energ�a incre�ble - energ�a que se comparte.Estamos creando el cambio solo por estar vivos.

Es por ello quetan importante estar sin miedo es.No tenemos que crear una pel�cula en blanco y negro en la cabeza, cuando en realidad estamos creando color.Podemos hacer uso de las herramientas que ya est�n disponibles para nosotros y dentro de nosotros.

Hay exponencialmente una masa cada vez mayor de personas en todo el mundo que ahora est� despertando a la potenciaci�n conectada de la conciencia emp�tica.

Recientes eventos sociales desestabilizadores, comoen nuestras esferas financierasy pol�ticas, han atra�do el enfoque de las personas a la disfunci�n de muchos de los sistemas a los que una vez dimos nuestra confianza.Incluso el enfoque en el extremismo religioso en los medios de comunicaci�n ha llamado la atenci�n de la gente, no s�lo por el d�ficit de los valores espiritualesde nuestras principales religiones, sino tambi�n a c�mo se est� utilizando la religi�n como una herramienta para promover el control social, pol�tico y emocional.

Este agarre como-trance en nuestra conciencia colectiva est� siendo despojado a medida que la gente despierta al conocimiento de que hay mucho m�s anuestras vidas que un estilo de vida materialista y basado en el consumo.

Sin embargo, no se frustre si las cosas no suceden ma�ana, pero la confianza de quelos cambios est�n sucediendo con el tiempo.

La necesidad de,

  • conocimiento interno

  • intuici�n

  • auto-confianza

  • integridad,

...ahora es cr�tico.

Y recordemos que los seres humanos est�n predispuestos para la compasi�n y la empat�a.El despertar dela mente emp�ticaes nuestra herencia natural.


El Despertar de la Conciencia Planetaria

Los cambios acelerados que se est�n produciendo en todo nuestro planeta en este momento ahora no tendr�n m�s remedio que forzar una mentalidad de cambio a nivel global e individual.

Estamos uni�ndonos como especie global como nunca antes;a pesar de lo que los los medios de comunicaci�nnos han mostrado y dicho.Tenemos que ver esto, tanto en lo inmediato como la imagen m�s grande.Debido a nuestra relativamente corta duraci�n de vida humana, rara vez reflexionamos m�s all� de una o dos generaciones por delante de nosotros.Hemos evolucionado como especie que reacciona a las preocupaciones inmediatas.

Esto nos sirvi� bien en el pasado, cuando ten�amos necesidades de supervivencia en un mundo restringido de horizontes limitados. �

Sin embargo, ahora necesitamos una perspectiva que es global, por lo menos - y posiblemente incluso m�s all�!Si ahora nos fijamos en el cuadro m�s grande, veremos que un tipo diferente de conciencia ha ido surgiendo en los �ltimos 150 a�os.Es decir, desde los albores de la Segunda Revoluci�n Industrial.

Las nuevas tecnolog�as de laSegunda Revoluci�n Industrial- el tel�fono, el radar, el cine, el autom�vil y el avi�n � llaman a una nueva reorientaci�n de la perspectiva humana.Una nueva percepci�n de las dimensiones del espacio y el tiempo empez� a dar paso a una conciencia psicol�gica - una que quer�a ver m�s all� de las fronteras y horizontes de la frontera f�sica.

Latercera revoluci�n industrial, si queremos llamarlo as�, ser� una convergencia delas comunicaciones digitales, combinados con una joven generaci�n que es m�s consciente a nivel mundial.Esto tiene el potencial de catalizar en este planeta una naciente empat�a y una conciencia integral.

Adem�s, nuestras comunicaciones globales alentar�n nuevas relaciones en nuestra conectividad extendida.Es decir, las incrementadas relaciones m�ltiples son propensas a estimular una conciencia conectada, una conciencia de colaboraci�n;en lugar de dar un paso atr�s a una conciencia de conflictos y control. Es probable que surja una ciudadan�a planetaria que exhibir� una mayor empat�a, y que va a crear una sociedad planetaria diferente dentro de quiz�s dos generaciones.

La humanidad ya contiene las semillas de estos trascendentales potenciales.

Muchos cambios sociales dentro de los pr�ximos a�os surgir�n de la participaci�n creativa y la innovaci�n de las personas y colectivos en todo el mundo - un cambio catalizado en el coraz�n, el esp�ritu y la mente de las personas.

Externamente podemos parecer una vasta y distante colecci�n de individuos separados, aunque en verdad la familia humana es una especie �ntima, estrechamente entrelazada, compuesta de varias culturas.Muchos de la generaci�n m�s joven ahora est�n despertando a esta realidad.Los j�venes alrededor del mundo est�n creciendo hasta acostumbrarse a tener redes de cientos, tal vez incluso miles de amigos en todo el planeta;compartiendo f�cilmente intimidad y empat�a con un grupo social internacional de almas afines.

Esta generaci�n m�s joven se est� manifestando, ya sea consciente o no de ello, a un nivel no local de relaciones humanas.Esta conectividad expandida est� impactando y afectando a un cambio en nuestra psicolog�a y conciencia.

Ahora estamos siendo impulsados� a vivir en formas que permiten a todas las otras personas a vivir as�.Tambi�n estamos siendo obligados a vivir en formas que respetan la vida de otros y que respetan el derecho al desarrollo econ�mico y cultural de todos los pueblos;y buscar la realizaci�n personal en armon�a con la integridad de la naturaleza.

Estos rasgos pueden constituir aquello a lo que me refiero como una conciencia integral-ecol�gica:

una persona actuando y comport�ndose a la vez como individuo y como parte del mayor todo mayor conectado.

Estas m�ltiples relaciones forman una m�s variada, rica y compleja vida.

Tambi�n proporcionan una gama m�s diversa de impactos y oportunidades para el auto- desarrollo.Adem�s de proporcionar retos para el desarrollo y aprendizaje de nuevas habilidades, nuestras diversas redes pueden formar nuevas amistades y a�adir significado extra a nuestras vidas.

Muchos j�venes de se sienten c�modos expres�ndose con extra�os;exploran y expresan sus pensamientos interiores, sentimientos, emociones e ideas con cientos de personas desconocidas en l�nea, de diversos or�genes culturales.

Cada vez m�s las interacciones diarias son emp�ticas a medida que reaccionamos y compartimos noticias, historias, e impactos emocionales a partir de fuentes de todo el mundo.La empat�a es uno de los valores fundamentales en los que creamos y sostenemos la vida social.La exposici�n a los impactos fuera de nuestros propios ambientes locales y restrictivos nos ayuda a aprender la tolerancia, y a vivir con experiencias que son m�s ricas y complejas, llena de ambig�edades, y m�ltiples perspectivas.

Es un modo de conexi�n que permite que diversas personas de todo el mundo construyan una nueva forma de capital social planetario.

Contamos con los recursos para co-crear una sociedad humana planetaria, donde una vez m�s, la atenci�n se centra en el beneficio social y no lucrativo.Podemos ver muchos ejemplos de esto hoy en d�a, como en las herramientas de colaboraci�n en l�nea y en la proliferaci�n de proyectos locales y globales.

La comunidad global en l�nea es un modelo para el nuevo paradigma que ilustra c�mo el compartir puede funcionar por encima de la motivaci�n individual para el beneficio.

Los valores y la �tica de intercambio comunal pueden parecer extra�os o fuera de lugar para la vieja mentalidad capitalista-consumista, sin embargo, estos son los mismos valores que estar�n en aumento en las pr�ximas generaciones.

El espectacular aumento de las tecnolog�as de la comunicaci�n mundial (especialmente elInternety los tel�fonos m�viles) refleja una nueva forma de conciencia participativa, especialmente entre los m�s j�venes.

Este nuevo modelo es un modelo distribuido;en otras palabras, conecta a las personas a trav�s de redes en lugar de a trav�s de estructuras jer�rquicas.

Tambi�n representa una energ�a m�s femenina que busca nutrir las relaciones, y colaborar en lugar de competir y conquistar.Es esta energ�a femenina emergente la que subyace en el aumento de la empat�a global.

Por otra parte, ya que las personas se conectan entre s� en m�ltiples relaciones, est�n impulsadas a tener una participaci�n activa.Para aquellos individuos educados dentro de la vieja generaci�n de tecnolog�as de comunicaci�n (radio, televisi�n, tel�fonos fijos), la interacci�n era o bien de dos v�as o, en su mayor parte, de una sola.

En esta era las personas eran receptores pasivos, dirigidos por informaci�n con la que no pod�an comprometerse.

Esto ahora ha cambiado para que el receptor de la comunicaci�n pueda ser a la vez el usuario y el productor.Las personas hoy en d�a est�n pasando de ser consumidores apro-sumidores.

Hemos aprendido a democratizar nuestro compromiso y a activar la elecci�n a trav�s de las redes sociales en l�nea, mensajer�a de tel�fono, canales de v�deo (por ejemplo, You-Tube), y varios otros medios de difusi�n.

La generaci�n m�s joven est� despertando r�pidamente y aprendiendo a configurar sitios de bajo costo o gratuitos de radio (podcasts), sitios web, boletines de origen, y est�n gestionando sus propias formas de auto-expresi�n.

Este nuevo modelo est� cambiando nuestros patrones de pensamiento y comportamiento.Nosotros ahora estamos acostumbr�ndonos a tratar con m�ltiples conexiones en lugar de conexiones individuales;y a sumergirse en diversas relaciones y no s�lo di�logos de uno-a-uno.Tambi�n estamos siendo expuestos a una gran variedad de puntos de vista, creencias, identidades y experiencias.

Dentro de estas nuevas disposiciones se nos pide responder y comprometernos con el mundo exterior, no en el miedo o la ansiedad, sino conenerg�as saludables, creativas y positivas.


La Llegada de 3 Mil Millones de Nuevas Mentes

Vamos a presenciar una generaci�n joven que expresa su deseo de mejoramiento humano a trav�s de una intensificada acci�n para el cambio social, pol�tico y ecol�gico.

Cada vez son m�s los j�venes que est�n creciendo experimentando relaciones sociales que trascienden el espacio y el tiempo, as� como culturas, fronteras nacionales, e ideolog�as locales.Esto puede explicar el creciente n�mero de j�venes en los pa�ses desarrollados involucrados en proyectos comunales y sociales y organizaciones no gubernamentales;tales como tomar un a�o para ayudar en otra cultura en el extranjero, para aprender, experimentar, y ofrecer asistencia.

El voluntariado entre los j�venes, a pesar de lo que parece ser lo contrario, va en aumento.Los j�venes est�n incluso poni�ndose en situaciones peligrosas - en zonas de conflicto - para defender los valores de paz, justicia, igualdad y derechos humanos.

En todo el mundo las mentes j�venes est�n demandando un acceso justo e igual para todos los pueblos a participar en la comunicaci�n abierta y la libertad de expresi�n.Y parece que muchas mentes m�s creativas se unen a la conversaci�n global como nuestra(s) generaci�n(es) actual(es) cada vez m�s "despierta(s)."

En 2012, la poblaci�n planetaria era de alrededor de 7 mil millones y el n�mero de usuarios registrados de Internet era del 33%, un aumento de m�s del 500% de la d�cada anterior.Para el a�o 2020 la poblaci�n mundial es esperada a de 7,8 millones de d�lares y los usuarios de Internet de todo el mundo se estima que ser� el 66% - que es un poco menos de 3 millones de personas nuevas conect�ndose a la conversaci�n global.

En otras palabras, casi 3 mil millones de nuevas mentes estar�n aprovechando el flujo de informaci�n - y esos son muchos millones de nuevos solucionadores de problemas creativos, innovadores y visionarios.

Lo que es m�s, la mayor�a de estas nuevas mentes se est�n conectando desde Asia, el Medio Oriente, ya lo que nos referimos como pa�ses en desarrollo.Estas ser�n en su mayor�a mentes j�venes;y mentes con necesidades, con el impulso de la mejora social.

�Podemos imaginar el potencial colectivo de estas nuevas mentes creativas, muchas de ellas pensando fuera de la caja, y fuera de los viejos patrones?


Es significativo que en tiempos de relativa estabilidad social, la conciencia humana juegue un papel menos importante en el comportamiento de la sociedad.Sin embargo, cuando una sociedad llega a los l�mites de su estabilidad, entonces los sistemas socio-culturales son sensibles y responden a las fluctuaciones incluso m�s peque�as de la conciencia de sus ciudadanos.En esos momentos, los cambios en los valores, las creencias, las percepciones conjuntas, etc., tienen gran influencia sobre la direcci�n futura de la situaci�n social.

La conciencia humana se convierte en un importante est�mulo y catalizador para el cambio en estos tiempos de inestabilidad social (ver la historia de las revoluciones sociales).

Es por eso que es imprescindible que la humanidad se centre colectivamente en el desarrollo positivo y la mejora en lugar de ser coaccionada, o condicionada, en una seguridad basada en el miedo que se resiste al cambio.No debemos subestimar la capacidad de la mente humana para adaptarse y evolucionar de acuerdo a los impactos sociales y ambientales y las influencias.

Nuestro sentido moderno de auto-conciencia ha evolucionado claramente para arraigarnos en nuestro mundo social: un mundo de relaciones extendidas y redes sociales.

La humanidad, se puede decir, ha sido biol�gicamente cableada para aprovechar las conexiones sociales extendidas y las redes de comunicaci�n humanas.Tambi�n estamos cableados para adaptarnos f�sicamente en respuesta a la experiencia - nuevos procesos neuronales en nuestro cerebro pueden llegar a existir con un esfuerzo intencional, conciencia, y diferentes patrones de concentraci�n.

Esta capacidad de crear nuevas conexiones neuronales, y por lo tanto nueva habilidades mentales se establecen a trav�s de la experiencia se ha denominadoneuroplasticidad.

El cerebro humano de hoy tiene que responder a una cantidad incre�ble de energ�a y de informaci�n que est� fluyendo a trav�s de nuestros entornos e integrado en nuestras experiencias culturales.Por lo tanto, c�mo concentramos nuestra atenci�n y nuestra conciencia da forma en gran medida a la estructura de nuestros cerebros.Adem�s, la capacidad de hacer crecer nuevas conexiones neuronales est� disponible a trav�s de nuestras vidas y no s�lo en nuestros a�os j�venes a�os formativos.

Este conocimiento nos anima a cultivar nuestra atenci�n, nuestra conciencia de nosotros mismos, y nuestras relaciones emp�ticas con otros.La neuroplasticidad tambi�n nos anima a ser m�s reflexivos sobre nuestras redes humanas, y desarrollar esas habilidades sociales que subyacen a la empat�a y la compasi�n.

Estas nuevas "conexiones cableadas" son exactamente lo que se est� activando a medida que los individuoscada vez 'despiertan' m�s a lo que est� sucediendo dentro de nuestras comunidades, nuestras sociedades, y sobre el planeta.Tales conexiones distribuidas violan las fronteras culturales y nacionales y nos obligan a auto-reflexionar sobre nuestra identidad, valores y �tica.

La oportunidad est� aqu� para el cambio y la mejora, como nunca antes en nuestra historia reciente.

Esto significa que la responsabilidad est� tambi�n aqu�;y estos dos factores no pueden estar presentes de nuevo en el momento justo cuando son tan necesarios.Lo que la especie humana puede estar ahora atestiguando durante estos a�os es el aumento de la intuici�n, la empat�a, una mayor conectividad con el mundo y con la gente, y un sentido de "saber" qu� cambios es necesario hacer.

Adem�s, dentro de cada persona hay un creciente sentimiento de la gran totalidad c�smica: la comprensi�n de que la humanidad existe y evoluciona dentro de un universo de gran inteligencia y sentido.Esto sirve para impartir dentro de la humanidad un impulso espiritual m�s profundo.

A medida que emerge una nueva mente emp�tica mundial, la gente en todo el mundo crecer� con nuevas expresiones de atenci�n que son m�s solidarias, relacionales, y compasivas.El siglo 21 es probable que sea la era que d� el nacimiento y nutra tal evoluci�n de conciencia.

Muchas de las personas m�s j�venes en todo el mundo no aceptan el condicionamiento social de la ira, el miedo y la inseguridad de sus generaciones pasadas.Ellos quieren llegar para el cambio y la mejora. En todo el mundo hay ejemplos de j�venes que rechazan la mentalidad de conflicto de sus generaciones mayores.

En las zonas de conflicto, especialmente donde las mentes j�venes est�n condicionadas a un odio incondicional de enemigos fijos, hay una reacci�n en contra de esta vieja programaci�n.Las personas m�s j�venes est�n tratando de llegar al otro lado de las fronteras artificiales para comprometerse con el llamado "enemigo" e iniciar un nuevo di�logo de paz y reconciliaci�n.Tales mentes se dan cuenta de que la mentalidad de conflicto no tiene futuro, y se quedar� atr�s si no se puede aceptar el cambio.

Mientras muchos de aquellos de la mentalidad m�s vieja pensaban que un futuro significaba poner fronteras, y ver a "otros" con ojos sospechosos;muchas de las mentes j�venes de hoy en d�a lo ven de otra manera.

Podemos ver esto en los movimientos juveniles en todo el mundo, a medida que emerge el cambio en la mentalidad de los j�venes en todas partes.

Esto es especialmente as� en los territorios de Oriente Medio, donde los reg�menes restrictivos est�n encontrando crecientes demogr�ficas juveniles que no est�n aceptando las viejas mentalidades y las viejas formas.

Muchos de los j�venes de hoy quieren lo mismo - paz, justicia, igualdad, libertad, etc. Hay una nueva primavera en el paso de los j�venes, conocedores de la tecnolog�a, mentes energ�ticas que est�n pasando por alto los viejos modelos.En estos pr�ximos a�os - por lo menos para las pr�ximas dos d�cadas - nosotros veremos cada vez m�s los signos del cambio de la vieja guardia (�los dinosaurios!).

Y esta vez no va a ser sustituido por aquellos que tienen la misma conciencia.Con el cambio generacional veremos la transici�n gradual a una era de personas que piensan diferente, sienten diferente, se conectan de manera diferente, y quienes van a querer trabajar por un mundo diferente.


Sin embargo, tambi�n tenemos que reconocer queesta transici�n no puede ser una transici�n suave- el cambio de una mentalidad a otra raramente lo es.Lo hemos visto muchas veces;piense en la revoluci�n cient�fica como un ejemplo.

La reacci�n del status quo siempre ha sido�la de fortalecer su aparato gobernante.

En el caso de hoy en d�a, esto significa,

Y la primera oleada de respuesta de la gente es en general para luchar - de frente.

Yo digo, sin embargo, que esta forma de respuesta tambi�n constituye la vieja mentalidad.La nueva conciencia no busca el conflicto.M�s bien, se trata de crear formas de evitar los bloqueos actuales.

O, en palabras deBuckminster Fuller,

"Usted nunca cambia las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construya un nuevo modelo que haga obsoleto el modelo existente."

Con el tiempo, los viejos modelos luchar�n su camino a la obsolescencia.

Aquellos que expresan la "nueva mente" deben,

  • ser pacientes

  • ser positivos

  • ser incre�blemente creativos

En resumen, una nueva narrativa est� emergiendo, una en la que cada persona es parte integral de la imagen m�s grande;el viaje de cada uno de nosotros es parte del viaje como conjunto.

Esta nueva historia nos informa que las posibilidades est�n abiertas para que la humanidad se dedique a crear conscientemente su camino hacia adelante - con armon�a, equilibrio y respeto de todos.Esta nueva narrativa forma parte de la evoluci�n de la mente emp�tica de la humanidad y que nos obliga a buscar una mayor conectividad y significado en nuestras vidas.

Esta m�s reciente historia humana es una en la que creamos la historia del futuro.

Notas

[1] Jacob Needleman, New Religions (New York: E P Dutton, 1977)