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por Tanya
Lewis del Sitio Web LiveScience
traducci�n de
Adela Kaufmann � �
� Si se aplica en los seres humanos, el descubrimiento podr�a abrir posibilidades para frenar las enfermedades relacionadas con la edad y aumentar la esperanza de vida.
El proceso de envejecimiento podr�a implicar cambios ca�ticos, pasivos en los tejidos u �rganos individuales, o puede ser controlado de forma centralizada por un solo �rgano - o ambos, le dijo Dongsheng Cai a LiveScience. � El hipot�lamo, una estructura del tama�o de una almendra en el interior del cerebro, es conocido de controlar las funciones importantes, incluyendo el crecimiento, el desarrollo, la reproducci�n y el metabolismo. � Ahora, Cai y su equipo han encontrado que una v�a del sistema inmune en el hipot�lamo tambi�n juega un papel en el control de envejecimiento. � Normalmente, el sistema inmunitario est� implicado en defender de infecci�n o da�o, pero los estudios tambi�n han relacionado los cambios inflamatorios a condiciones relacionadas con la edad, incluyendo enfermedades cardiovasculares y� enfermedades neurodegenerativas. � Sin embargo, estos cambios no eran conocidos por accionar activamente el envejecimiento. � � � � Haciendo marcar el tiempo a los ratones � En el estudio (programaci�n hipotal�mica del envejecimiento sist�mico afectando IKK-β, NF-kB y GnRH), Cai y sus colegas probaron la funci�n del hipot�lamo en el envejecimiento en ratones. � El equipo estudi� un complejo de prote�na llamado factor nuclear kappa de cadena ligera-potenciador de c�lulas B activadas (NF-kB), que desempe�a un papel central en los procesos inflamatorios. � Los investigadores demostraron que la activaci�n de la v�a NF-kB en el hipot�lamo del rat�n aceler� el envejecimiento, demostrado por disminuci�n de la fuerza muscular y el tama�o, grosor de la piel y la capacidad de aprendizaje. La activaci�n condujo a envejecimiento en todo el cuerpo, acortando la duraci�n de la vida de los ratones. � En contraste, cuando los investigadores bloquearon la ruta NF-kappa B, los ratones envejecieron m�s lentamente y vivieron aproximadamente un 20 por ciento m�s que los ratones que no recibieron el tratamiento. � Adem�s, la activaci�n de la ruta de NF-kB condujo a una ca�da en los niveles de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), un qu�mico generador de neuronas, y una disminuci�n posterior en el desarrollo de nuevas neuronas. � GnRH es conocido por regular los procesos reproductivos, pero tambi�n parece ser necesario para el mantenimiento de la juventud, dijo Cai. Cuando los investigadores inyectaron GnRH en los hipot�lamos de ratones, esto promovi� la generaci�n de neuronas y fren� el envejecimiento. � El equipo dio inyecciones diarias de GnRH a ratones viejos durante un per�odo prolongado, encontrando que el tratamiento redujo el deterioro cognitivo debido al envejecimiento. � � � � Poni�ndole freno al envejecimiento � El tratamiento GnRH representa un medio potencial para frenar el avance del envejecimiento o de enfermedades relacionadas con la edad, dicen los investigadores. � Interfiriendo con la respuesta inmune en el hipot�lamo tambi�n podr�a ser un enfoque prometedor, dijo Cai, aunque a�adi� que el tratamiento con GnRH puede ser m�s pr�ctico dada la tecnolog�a actual. � El investigador del envejecimiento Caleb Finch, de la Universidad del Sur de California, Escuela Davis� de Gerontolog�a, que no particip� en el trabajo, lo calific� como un "brillante estudio." Finch ha sostenido anteriormente que el hipot�lamo contiene "marcapasos" que controlan la tasa de envejecimiento. � El nuevo enfoque del estudio mostr� un aumento m�s modesto en la duraci�n de la vida que enfoques tales como la restricci�n cal�rica (que se ha demostrado que prolonga la duraci�n de la vida en ratones), � Dijo Finch.
Luego, los investigadores esperan tener una mejor comprensi�n de la funci�n molecular del hipot�lamo para controlar el envejecimiento y la duraci�n de la vida.
El equipo est� en �ltima instancia interesado en traducir su trabajo en esfuerzos cl�nicos para frenar el envejecimiento. � Los hallazgos fueron publicados en l�nea hoy (1� de mayo) en la revista Nature. � � � |
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