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por�Robert Lanza�, MD� del Sitio Web PsychologyToday
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � La vida es una aventura que trasciende nuestra
forma lineal ordinaria de pensamiento. � � � Despu�s de la muerte de su viejo amigo,�Albert Einstein�dijo:
Nueva evidencia contin�a sugiriendo que Einstein estaba en lo cierto,�la muerte es una�ilusi�n. � Nuestra manera cl�sica de pensar se basa en la creencia de que el mundo tiene una existencia independiente del observador objetivo.�Pero una larga lista de experimentos demuestra todo lo contrario.�Creemos que la vida es s�lo la actividad del carbono y una mezcla de mol�culas: Vivimos un tiempo y despu�s nos descomponemos en el suelo � Creemos en la muerte porque se nos ha ense�ado que morimos.�Tambi�n, por supuesto, porque nos asociamos con nuestro cuerpo y sabemos que los cuerpos mueren.�Fin de la historia.�Pero el biocentrismo, una nueva teor�a del todo, nos dice que la muerte no puede ser el evento terminal que nosotros pensamos.� � Sorprendentemente, si agrega vida y la conciencia a la ecuaci�n, puede explicar algunos de los mayores enigmas de la ciencia. � Por ejemplo, no queda claro por qu� el espacio y el tiempo - e incluso las propiedades de la materia en s� - dependen del observador.�Tambi�n queda claro por qu� las leyes, fuerzas y constantes del universo parecen ser exquisitamente afinadas para la existencia de la vida.� �
Hasta que no reconozcamos el universo en nuestras cabezas, los
intentos de comprender la realidad seguir�n siendo un camino a
ninguna parte.� Considere el clima "exterior":
En verdad, no se puede ver nada a trav�s del hueso que rodea el cerebro. � Sus ojos no son portales al mundo.�Todo lo que vemos y experimentamos en este momento, incluso su cuerpo, es un torbellino de informaci�n que ocurre en su mente.�De acuerdo con el biocentrismo, el espacio y el tiempo no son los objetos duros y fr�os que nosotros creemos. � Mueva su mano en el aire - si usted quita todo, �qu� queda?�Nada.�Lo mismo se aplica para el tiempo.�El espacio y el tiempo son simplemente los instrumentos para poner todo junto.� � Consideremos el famoso experimento de la doble rendija.�Cuando los cient�ficos miran una part�cula pasar a trav�s de dos ranuras en una barrera, la part�cula se comporta como una bala y pasa a trav�s de una ranura o la otra.�Pero si no est�s observando, act�a como una onda y puede ir a trav�s de las dos rendijas al mismo tiempo. � Entonces, �c�mo puede cambiar una part�cula su comportamiento en funci�n de si la ves o no?�La respuesta es simple, la realidad es un proceso que involucra a tu conciencia.� � O consideremos el famoso principio de incertidumbre de Heisenberg.�Si realmente hay un mundo all� afuera con part�culas s�lo rebotando por all�, entonces deber�amos ser capaces de medir todas sus propiedades.�Pero no se puede.�Por ejemplo, la ubicaci�n y el momento exacto de una part�cula no pueden ser conocidas al mismo tiempo. � As� que �por qu� deber�a importarle a una part�cula lo que usted decida medir?��Y c�mo pueden los pares de part�culas entrelazadas estar instant�neamente conectadas en lados opuestos de la galaxia como si el espacio y el tiempo no existen? � Una vez m�s, la respuesta es simple:
La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. � La inmortalidad no significa una existencia perpetua en el tiempo, sino que reside completamente fuera del tiempo.� � Nuestra forma lineal de pensar en el tiempo tambi�n es incompatible con otra serie de experimentos recientes.�En 2002, los cient�ficos demostraron que las part�culas de "fotones" de luz sab�an de antemano lo que sus gemelos distantes har�an en el futuro.�Pusieron a prueba la comunicaci�n entre pares de fotones. � Dejaron que un fot�n terminara su viaje - ten�a que decidir si ser o bien una onda o una part�cula. � Los investigadores estiraron la distancia que el otro fot�n tom� para llegar a su propio detector.�Sin embargo, se podr�a a�adir un codificador para evitar que se colapsen en una part�cula.�De alguna manera, la primera part�cula sab�a lo que el investigador iba a hacer antes de que sucediera, e instant�neamente a trav�s de distancias, como si no hubiera ning�n espacio o tiempo entre ellos. � Ellos deciden no convertirse en part�culas antes de su que gemelo se encuentre con el codificador.�No importa c�mo configur�semos el experimento.�Nuestra mente y su conocimiento es lo �nico que determina la forma en que se comportan. � Los experimentos confirman consistentemente estos efectos dependientes del observador.� � �Bizarro?� � Consideremos otro experimento que fue publicado recientemente en la prestigiosa revista cient�fica Science (Jacques et al, 315, 966, 2007).�Los cient�ficos en Francia dispararon fotones en un aparato, y demostraron que lo que hicieron con car�cter retroactivo podr�a cambiar algo que ya hab�a sucedido en el pasado. � Al pasar los fotones un tenedor en el aparato, tuvieron que decidir si se comportaban como part�culas u ondas cuando llegan a un divisor de haz.�M�s tarde - mucho despu�s de que los fotones pasaran el tenedor - el experimentador podr�a encender aleatoriamente un segundo divisor de haz y apagarlo.�Resulta que lo que el observador decidi� en ese momento, determin� lo que la part�cula en realidad lo hizo en el tenedor en el pasado. �
En ese momento, el investigador eligi� su pasado.� � Hace un par de a�os, los investigadores publicaron un art�culo en la revista Nature (Entangled Mechanical Oscillators�- Jost et al, 459, 683, 2009) mostrando que el comportamiento cu�ntico se extiende a la esfera cotidiana. � Pares de iones vibrando fueron persuadidos a enredarse por lo que sus propiedades f�sicas se mantuvieron unidas cuando est�n separadas por grandes distancias ("acci�n fantasmal a distancia", como dijo Einstein). �
Otros experimentos con grandes mol�culas llamadas "buckyballs"
tambi�n muestran que la realidad cu�ntica se extiende m�s all� del
mundo microsc�pico.�Y en 2005, los cristales KHC03 exhibieron
crestas enredadas de media pulgada de alto comportamiento cu�ntico
empujando hacia el mundo ordinario de los objetos a escala humana.� � En lugar de ello, hay una gama de posibles observaciones, cada una con una probabilidad distinta. � Una explicaci�n dominante, la interpretaci�n "muchos mundos", afirma que cada uno de estas posibles observaciones corresponden a un universo diferente (el "multiverso"). �
Hay un n�mero infinito de universos y todo lo que podr�a suceder
ocurre en alg�n universo.�La muerte no existe en ning�n sentido real
en estos escenarios.�Existen todos los universos posibles
simult�neamente, independientemente de lo que pase en cualquiera de
ellos.� � La vida tiene una dimensi�n no lineal;�es como una flor perenne que vuelve a florecer en�el multiverso�.
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