by John Kaminski

8-3-5

del Sitio Web Rense

traducido por Adela Kaufmann

versi�n original

Una vez usted basa su vida entera esforz�ndose con una desesperada mentira, intentando llevar a cabo esa mentira, usted instrumenta su propia destrucci�n.
- Ernest Becker
El Rechazo de la Muerte

Es como quitarle el dulce a un beb�.

El dulce no es bueno para el ni�o, pero le tomar� muchos a�os y mucho aprendizaje comprender el favor usted le hizo. Entretanto, �l gimotear� sobre cu�n malo era usted y que malo fue hacer eso. Pero al convertirse �l en un adulto saludable, debido a lo mismo que usted le quit�, �l pudo realmente desarrollar el juicio y la sabidur�a para agradecerle lo que usted hizo. En todo, �l ser� mucho m�s saludable.

As� tambi�n con las creencias.

Si usted cree en magia, en que alguna frase especial lo mantendr� a salvo de peligro en todas las situaciones e incluso lo inmunizar� de la muerte, usted fallar� en percibir la verdadera realidad del mundo ante sus ojos - que todas las cosas deben pasar, aunque los aspectos sutiles de nosotros pueden seguir adelante a trav�s de nuestra descendencia.

Es un bonito sistema, si usted piensa sobre �l, uno que gobierna cada cosa viviente en el universo conocido. Y cada cosa viviente est� m�s que satisfecha con �l - de hecho, prospera en su alegr�a vital debido a �l - excepto uno. Nosotros.

Los humanos, normalmente muy perspicaces en cada aspecto de sus infinitamente variadas vidas, no posee en absoluto ning�n est�ndar cuando se llega a un asunto - la muerte. Se dice a menudo que el instinto es m�s fuerte que la raz�n, y en todos los reinos del esfuerzo humano, en ninguna parte es m�s evidente que en las entretenidas estrategias inventivas que desarrollan los humanos para pretender que ellos realmente no mueren.

El segundo rasgo humano m�s com�n despu�s de que la supervivencia es el impulso para prosperar y estar seguro, por lo que no debe venir como sorpresa el hecho de que, muy temprano en nuestra historia, las personas perceptivas y emprendedoras, al reconocer esta necesidad humana universal de negar que morimos, se dieron prisa para desarrollar y comercializar productos que satisficieran la demanda p�blica de aliviar este miedo. Cada cultura conocida al hombre dej� significantes rastros de este comercio espiritual.

Usted sabe el argumento. �Podemos nosotros vivir nuestras vidas y aceptar que nada sigue? O debemos enga�arnos e inventar, con el poder de nuestra infinita imaginaci�n, un camino para pasar esta desalentadora pared de mortalidad. Bien, la respuesta existe, y la especie humana ha optado claramente por la esperanza de lo improbable.

Pero exactamente, �cual es el precio de este voluntario auto enga�o?

�ste no es un intento por rebajar muchos miles de a�os de honesto esfuerzo por parte de personas sinceras, para destilar lecciones esenciales para una vida saludable, dentro de los c�digos pr�cticos de conducta que refuerzan la causa de la armon�a, y proporcionan �tiles senderos para una paz mental.

Pero dada la naturaleza de nuestra aflicci�n, del terror hacia la muerte, todos nosotros tenemos esa necesidad de ser reprimidos para nuestra propia tranquilidad. No es, pues, dif�cil entender c�mo aqu�llos que manejan estas f�rmulas secretas para la felicidad, puedan estar tentados a explotarlos para sus propios prop�sitos ego�stas. Se llama la tentaci�n de poder, y creo que no necesito explicarlo.

Adem�s, dado que este problema tiene una prioridad m�s alta que cualquier otra que enfrentamos en toda nuestra vida, y tambi�n que para cada uno de nosotros, la efectividad de la cura es m�s importante que la legitimidad real del m�todo, esto nos deja � como lo sabemos de la historia - con una situaci�n f�rtil para la explotaci�n.

Por �ltimo, est� el asunto de realmente conocer los secretos del universo.

Esto lo depositamos a la providencia de los sacerdotes, y nosotros les pagamos para hacernos felices, para que constituyan una historia que ate todos estos yermos extremos sueltos, sobre los cuales nosotros no queremos pensar.

Pero que, si estas creencias nos hirieran de maneras que no alcanzamos a comprender. Aun cuando nos confortan con simples cuentos que m�gicamente explican todo,

� �comprendemos realmente lo que los conceptos de comuni�n y resurrecci�n realmente significan en t�rminos de c�mo nos relacionamos con nuestros vecinos y con nuestro mundo?
� �cu�l es el peligro cu�ndo la l�gica es sustituida por la magia de la creencia religiosa?

Primero, debemos entender el proceso por el cual piensan las personas.

Hay evidencia convincente que las culturas antiguas realmente poseyeron religiones mucho m�s realistas que nuestra sociedad contempor�nea. Y fueron desarrolladas estudiando el cielo. Durante el d�a, era obvio que toda la vida depend�a de las propiedades ben�ficas del Sol. Y durante la temerosa noche, los humanos estudiaron las estrellas por sus se�ales para la supervivencia, y proyectaron sus propios pensamientos hacia estos fen�menos. Estas dos cosas forman la base de todas las religiones existentes, seg�n Acharya S.

C�mo piensan las personas?

Nosotros antropomorfizamos todo. Es c�mo nosotros aprendimos a entender las cosas. Nosotros hablamos con nuestras plantas y nuestros animales disecados. Les damos nombres. Sin embargo, siempre ha sido as�, con todos los fen�menos percibidos. Esto es c�mo las estrellas se volvieron personas, o por lo menos animales. De Amun Ra, pilotando su barco celeste a trav�s del cielo hace todos estos siglos, hasta el Gran Oso a quien nosotros todav�a vemos todas las noches.

El Sol se volvi� Krishna. La luna, Inanna. Su puesta en escena y desaparici�n crearon nuevos dioses renaciendo diariamente, o mensual o anualmente.

Todos ellos consiguieron nombres, diferentes, dependiendo d�nde se viv�a. Osiris. Tammuz. Orfeo. Mitra. Millones de nombres. Transcurrieron milenios. Un d�a, despu�s de miles de a�os de guerra y paz, de lucha y amor, de civilizaciones surgiendo y cayendo, de repente, despu�s de un c�nclave romano de movedores y sacudidores regionales, el nombre aceptado de la deidad se volvi� Jes�s. Y �l aun era el Sol, y sus disc�pulos, las estrellas (realmente los doce signos del Zod�aco,).

O as�, dice Acharya, y yo le creo.

�Por qu�? Porque es l�gico. Es historia real.

Y aun, el mito, es emp�rico en vez de manipulador, una explicaci�n causativa en lugar del truco m�gico de alg�n hombre insondable que se present� un d�a exigiendo que �l era Dios a las personas que lo escribieron y los pusieron en un libro llamado la Biblia.

�sa es la versi�n corta. La versi�n larga son dos mil a�os de conocimiento o saber suprimido, mantenido en secreto porque simplemente no concordaba con la propaganda organizada que las religiones producen para atraer y fanatizar a los adeptos a su propia interpretaci�n particular de los eventos c�smicos y la vida cotidiana. Pero esta explicaci�n m�s cient�fica siempre ha estado all�, y las personas razonables, pensantes que no son deslumbradas por su propio miedo y acobardadas por sus propios auto-inflingidos gur�s espirituales, siempre han sabido sobre ello.

Y Acharya S. lo ha recopilado, doblado pulcra y l�gicamente en dos vol�menes enciclop�dicos de excelencia erudita. �stos son titulados "La Conspiraci�n del Cristo: La m�s Grande Historia Alguna vez Vendida" (1999) y "Soles de Dios: Krishna, Buda y Cristo Develados" (2004).

Miren el mundo hoy. Guerras interminables, odios enconados, una multitud de mentiras gubernamentales que dici�ndonos que el mundo es de una manera cuando nosotros sospechamos que no es realmente de esa manera. Nosotros debemos escuchar nuestras propias voces y no aceptar ciegamente las declaraciones pagadas de s� mismas de figuras "de autoridad". �C�mo aprendimos a hacer eso?

Adivinen. Simplemente adivinen.

Esta historia no es sobre quitarle a su Dios. S�lo un idiota insistir�a en que los hombres crearon el ocaso, las �rbitas de los planetas, o la baba del beb�. Esta historia es sobre analizar la terminolog�a que usted usa para explicar la manera en que usted ve su vida y el universo. Y sobre todo, es sobre las mentiras que nos han dicho para mantenernos en nuestras cadenas mentales, mientras aqu�llos que nos controlan - nuestros predicadores, sacerdotes, rabinos, mullah, lamas y otros "hombres santos" - refuerzan el miedo, incitan a la matanza, y ganan mucho de las grandes mentiras que promueven como sagrado evangelio.

Siento mucho ser tan brusco. Ustedes necesitan prestar atenci�n a esto. El futuro de la sociedad humana depende de su comprensi�n de lo que ustedes est�n leyendo en este momento, e incluso eso es una especie de eufemismo.

Para nuestras mentes contempor�neas, Occidentalmente Cristianizadas, lo m�s pasmoso que Acharya S. demuestra, m�s all� de la duda, en sus dos tomos eruditos, es que la muy-venerada personalidad conocida como Jes�s Cristo es un car�cter de ficci�n completamente ideado, y que la Cristiandad no tiene absolutamente ninguna sustancia que no fue robada - creada enteramente de las tradiciones y mitos paganos - de muchas de las religiones m�s antiguas del mundo.

�C�mo demuestra ella esto?

  • Dici�ndole sobre los muchos otros "salvadores" que existieron antes de a la creaci�n de Jes�s, muchos de los cuales nacieron a finales de diciembre de madres v�rgenes y que eran de origen divino, muchos de los cuales realizaron milagros, sosten�an morales altas, sanaban a los enfermos, era los catalizadores para la salvaci�n, fueron llamados "Salvador" o "Redentor," y fueron crucificados; cuyas leyendas contienen todas elementos que fueron m�s tarde plagiados por plut�cratas romanos poco escrupulosos, cuando se juntaron para construir el mito de Jes�s como m�todo para usurpar y unificar credos preexistentes para mejor control de sus diversas y revoltosas masas.

  • Analizando todas las contribuciones de escritores conocidos de ese tiempo antiguo, a trav�s de d�cadas de estudio de los trabajos de historiadores esc�pticos que han estado investigando este enga�o durante siglos, y observando que virtualmente ninguno de estos tempranos historiadores alguna vez mencionan a Cristo o a los Cristianos, salvo los trabajos de unos pocos; y un an�lisis m�s profundo revela que estos trabajos han sido retocados o completamente fabricados, para el beneficio de los pol�ticos manipuladores que crearon la cerradura mental m�s poderosa que la sociedad humana ha conocido alguna vez.

  • Proporcionando un detallado y preciso retrato de la evoluci�n real del mito religioso, con una explicaci�n clara de c�mo todos los Mes�as son representaciones meramente antropom�rficas del Sol, y c�mo todos los otros caracteres mitol�gicos de apoyo, particularmente cuando son descritos en grupos de 12, son meramente personalidades proyectadas hacia las estrellas.*

Esto, no el desprestigio del mito de Jes�s, es el verdadero valor del libro, y convierte a Acharya S., en mi sincera estimaci�n, en el fil�sofo religioso de mayor rango de nuestra era, simplemente porque ella corta a trav�s de la porquer�a beata y trata emp�rica y francamente con los hechos.

Pero m�s que eso, en esta era de desinformaci�n deliberada y control mental de las masas, los trabajos de Acharya proporcionan a aquellos que desean pensar profundamente sobre la naturaleza de la condici�n humana con un estudio sorprendente de mal comportamiento sacerdotal y enga�o deliberado, que es lo que realmente es la religi�n � un show m�gico que explota la necesidad de las personas de respuestas a preguntas incontrovertibles.

Como tal, sus trabajos nos aperan con una herramienta esencial para ayudarnos a entender por qu� nosotros no tenemos poder contra un asalto de los medios de comunicaci�n masivos que nos pasan diciendo cosas que nosotros sabemos que no son verdad. Lo que hace el estado hace la iglesia, perfeccionado con amenazas, violencia, y forz�ndonos a creer en nuestros corazones, cosas que jam�s fueron verdad.

Pero es el argumento de Jes�s que capta la atenci�n de todos.

O, como lo pone Acharya,

��No hay evidencia alguna para la historicidad del fundador cristiano, que los defensores cristianos m�s tempranos eran en conjunto, o absolutamente cr�dulos o asombrosamente enga�osos, y aquellos llamados 'defensores de la fe� fueron obligados bajo cargos incesantes de fraude para admitir que la Cristiandad era una repetici�n de religiones m�s antiguas.

Empecemos con las figuras legendarias de mayor antig�edad, cuyos atributos se parecen misteriosamente a la leyenda que mucho m�s tarde fuera conocida como Jes�s Cristo.

"La historia de Jes�s incorpor� elementos de los relatos de otras deidades, grabados en esta �rea extendida del mundo antiguo, incluyendo algunos de los siguientes salvadores mundiales, muchos o todos predatan el mito cristiano, " Acharya escribe.

�stos incluyen (y editar� esta lista, porque es muy larga):

  1. Adad y Marduk de Assyria

  2. Adonis, Esclepio, Apollo, Dionisio, Heracles, y Zeus de Grecia

  3. Alcides de Tebas, el redentor divino nacido de una virgen alrededor de 1200 BCE

  4. Attis de Erig�a

  5. Bal o Bel de Babilonia/Fenicia

  6. Buddha y Krishna de India

  7. Hermes de Egipto/Grecia

  8. Hesus de los Druidas

  9. Horus, Osiris, y Serapis de Egipto

  10. Indra de Tibet/India

  11. Ieo de China

  12. Issa de Arabia, nacido de la Virgen Mar�a en 400 BCE

  13. Jupiter/Jove de Roma

  14. Mitra de Persia/India

  15. Odin/Wodin/Woden/Wotan de Escandinavia

  16. Prometheo del C�ucaso/Grecia

  17. Quetzalcoatl de Mexico

  18. Salivahana de India del sur " que era un ni�o divino nacido de una virgen, e hijo de un carpintero "

  19. Tammuz de Siria, el dios del salvador a quien se rindi� culto en Jerusal�n

  20. Thor de los Galos

  21. Zaratustra de Persia

[Lista incluida por la traductora:

  1. Adad de Asir�a

  2. Adonis, Apolo, Heracles ("H�rcules"), y Zeus de Grecia

  3. Alcides de Tebas

  4. Attis de Erig�a

  5. Baal de Fenicia/Babilonia

  6. Bali de Afganist�n

  7. Beddru de Jap�n

  8. Buddha de la India

  9. Crite de Caldea

  10. Deva Tat de Tailandia

  11. Hesus de los druidas

  12. Horus, Osiris, y Serapis de Egipto de qui�n el aspecto barbudo y con el pelo largo fue adoptado para el car�cter de Cristo

  13. Indra de T�bet

  14. Jao de Nepal

  15. Krishna de la India

  16. Mikado de los Sintoistas

  17. Mithra de Persia

  18. Odin de los escandinavos

  19. Prometeo del C�ucaso

  20. Quetzalcoatl de M�jico

  21. Salivahana de Bermudas

  22. Tammuz de Siria (qui�n, en un movimiento t�pico en la fabricaci�n de mitos, lo convirtieron m�s adelante en el disc�pulo Thomas16)

  23. Tor de los n�rdicos

  24. Monarca universal de las Sibilas

  25. Wittoba de los Bilingoneses

  26. Xamolxis de Tracia

  27. Zarathustra/Zoroaster de Persia

  28. Zoar de los Bonzes]

Attis de Phrygia naci� el 25 de diciembre de la Virgen Nana, y fue considerado el salvador que fue matado para la salvaci�n de la humanidad. Su cuerpo, como pan, fue comido por sus adoradores. �l fue crucificado en un �rbol, descendi� a los mundos bajos y resucit� anualmente el 25 de marzo como el "dios m�s alto," muchos siglos antes de que la Cristiandad fuera inventada.

Buda naci� el 25 de diciembre de la virgen maya, y su nacimiento fue acompa�ado por una estrella especial, hombres sabios y �ngeles. �l fue bautizado en el agua con el esp�ritu santo presente. �l fue resucitado y regresar� en los "�ltimos d�as" para juzgar a todos los hombres. Sus leyendas se extienden atr�s a m�s de mil a�os antes de Cristo.

El dios griego del vino realmente era un salvador (como cualquier bebedor le dir�). Dionisio, nacido de una virgen, que mont� en una procesi�n triunfal en un asno, es considerado por algunos estudiosos como el prototipo de Cristo.

El real ejemplar para todos los salvadores, seg�n Acharya, era el dios egipcio Osiris. Citando a B�rbara Walker, de "la Enciclopedia de Las Mujeres sobre Mitos y Secretos":

De todos los dioses salvadores a quienes se les rindi� culto al comienzo de la era cristiana, Osiris puede haber contribuido m�s detalles a la evoluci�n de la figura de Cristo que cualquier otro. Ya muy antiguo en Egipto, Osiris fue identificado con casi cada otro dios egipcio y estaba en camino de absorberlos a todos. �l ten�a bien m�s de 200 nombres divinos.

�l fue llamado el Se�or de los Se�ores, el Rey de Reyes, Dios de Dioses. �l era la Resurrecci�n y la Vida, el Buen Pastor, la Eternidad y el Eterno, "el dios que hizo que los hombres y mujeres nacieran de nuevo". (Sir Wallis) Budge (una vez Egipt�logo preeminente) dice,

" Del primero al �ltimo, Osiris era a los egipcios el dios-hombre que sufri�, muri�, subi� de nuevo, y rein� eternamente en el cielo. Ellos creyeron que ellos heredar�an la vida eterna, as� como �l lo hab�a hecho...

Algunos aseveran que Osiris vivi� hace unos 22,000 a�os.

Acharya escribe:

Como el Coronel James Churchward ingenuamente exclama, "Las ense�anzas de Osiris y Jes�s son maravillosamente iguales. Muchos pasajes son id�nticamente los mismos, formulados palabra por palabra.�

Acharya compara tambi�n exhaustivamente los detalles de Krishna y Mithra, as� como Prometeo, Quetzalcoatl, y Serapis. El lector empieza a comprender pronto que todas estas historias son la misma.

�La conclusi�n?

Es evidente que Jes�s Cristo es un car�cter m�tico basado en estos varios hombres de dios y salvadores universales que eran parte del mundo antiguo por miles de a�os antes de la era cristiana.

Ahora, una vez usted comprende que, usted sabe que tiene que prepararse para el asalto de los verdaderos creyentes quienes, cuando usted menciona que Jes�s fue un car�cter de ficci�n, va a venir a usted con todas las armas verbales que ellos han retenido durante sus desencaminadas y propagandizadas vidas.

La Biblia no es un documento hist�rico v�lido. Es el trabajo de propaganda pol�tica y filos�fica, dise�ado para enga�ar y controlar, y tomar ventaje de la necesidad de las personas de tener respuestas a preguntas que realmente no tienen respuesta alguna, hasta donde le concierte a la percepci�n humana.

A menudo, los fundamentalistas cristianos intentan citar cl�sicas fuentes hist�ricas para estribar su inquebrantable creencia que Jes�s resucit� y (seg�n George Bush y los neocons) regresar� un d�a a hacer volar a Jerusal�n y guiar a sus seguidores a un destino agradable en el cielo.

�ste puede ser el m�s valioso aspecto del trabajo de Acharya. Ella considera el nombre de cada historiador conocido del periodo, y explica por qu�, no puede ser posible que sea exacto aquello en lo que los fan�ticos cristianos insisten.

Usando miles de notas de pie de p�gina de los estudiosos serios durante los muchos siglos, Acharya explica todas las revisiones, interpolaciones y falsificaciones que permiten que algunos de los creyentes intransigentes argumenten que realmente hay evidencia hist�rica de la existencia de Jes�s � cuando, de hecho, no la hay.

Todos los grandes historiadores del primer siglo � Plinio el Viejo y Younger, Suetonius, Dio Chrysostom, Livy, Petronius, Plutarco, S�neca y muchos otros cuyos trabajos todav�a son existentes - nunca haga menci�n alguna del fundador de la Cristiandad.

Aunque �l vivi� en Jerusal�n durante el tiempo que se supon�a que Jes�s hab�a existido, el bien reconocido fil�sofo jud�o Philo Judaeus de Alejandr�a, nunca menciona incluso una sola vez a Cristo o a la Cristiandad.

Acharya cita al erudito religioso John Remsburg sobre Philo:

�l estaba all� cuando tuvo lugar la crucifixi�n, con su terremoto acompa�ante, oscuridad sobrenatural, y la resurrecci�n de los muertos, y en presencia de muchos testigos ascendi� al cielo. Estos maravillosos eventos que deben de haber llenado al mundo de asombro, si ocurrieron realmente, eran desconocidos para �l.

El bien-viajado Philo abogaba por la causa jud�a en Roma, conoci� de Pilatos, los Esenios y los Terapeutas, sin embargo ninguna vez mencion� a Jes�s o los cristianos.

Como Acharya conjetur�:

"Uno pensar�a que� si Jes�s hab�a aparecido de repente en la patria de Philo, durante su vida, cuando �l era un adulto sensible, Philo no s�lo habr�a notado pero habr�a saltado de alegr�a, y escrito rimas sobre el glorioso evento, viendo las promesas y profec�as de Israel cumplidas. No podr�a ser m�s obvio que nada de eso pas� durante la vida de Philo.�

Pero la mayor�a de los apologistas cristianos ni siquiera saben de Philo. El historiador que ellos usan m�s a menudo para legitimar sus demandas de que Jes�cristo fue un personaje hist�rico real es Flavio Josefo. Y Acharya consagra una cantidad considerable de espacio demoliendo esas demandas. Josefo (37-95 CE) es el historiador jud�o m�s famoso de ese tiempo.

Acharya escribe:

...en el trabajo entero de Josefa, que consiste de muchos vol�menes de gran detalle, abarcando siglos de historia hay menci�n alguna de Pablo o los Cristianos, y hay s�lo dos breves p�rrafos que pretenden relacionarse a Jes�s. Aunque mucho ha sido hecho de estas "referencias," han sido descartadas por eruditos y apologistas cristianos como falsificaciones...

Muchos estudiosos que investigan la materia creen que la sola menci�n de Jes�s en todos los trabajos de Josefo era falsificado - interpolado - siglos despu�s por un Cristiano poco escrupuloso llamado Obispo Eusebio.

En su segundo libro, Acharya recuenta el an�lisis del experto en la Biblia, el Dr. Nathaniel Lardner (1684-1768):

Mattathias, el padre de Josefo tendr�a que haber sido un testigo de los milagros que se dice fueron realizado por Jes�s, y Josefo naci� en el lapso de dos a�os despu�s de la crucifixi�n, sin embargo, en todos sus trabajos �l no dice nada sobre la vida o muerte de Jes�s Cristo; en cuanto al pasaje interpolado, es ahora reconocido universalmente que es una falsificaci�n.

Pero quiz�s el episodio m�s curioso que cubre Acharya involucra al historiador romano Tacitus cuyo menudo-citado pasaje sobre Ner�n persiguiendo a los Cristianos es revelado como un fraude. Y esto lleva a una historia interesante, tan t�pica sobre la construcci�n cuestionable del mito cristiano.

Parece que esta menci�n, por Tacitus en particular, que vivi� en el primer siglo CE no aparece en la literatura hasta el siglo 15, porque los numerosos estudiosos incluso han notado que ni los m�s ardientes apologistas cristianos lo mencionaron hasta entonces. Pero �sa no es la peor parte.

Quiz�s la reproducci�n ficticia de una fuente cl�sica para prop�sitos cristianos desviados reside en el famoso pasaje en "Los Anales", por Tacitus, que describe a Nero culpando a los Cristianos de quemar Roma. Desgraciadamente para la m�quina propagand�sitca de la iglesia romana, numerosos expertos han deducido que subsecuentemente, ni Eusebio ni Tertulio ni cualquiera de los otros padres de la iglesia consagrados conoci� la existencia de este pasaje - porque ellos, ciertamente lo habr�an mencionado, ya que eran tan vivamente simpatizantes con su causa - es probable que este libro entero - Los Anales de Tacitus, que es un pilar de algunas bibliotecas cl�sicas - es una falsificaci�n del siglo 15 sobre un evento del siglo primero queriendo mejorar la veracidad hist�rica inexistente de la iglesia cristiana.

Pero la historia de la religi�n real, ah, �sa es una historia diferente y m�s feliz. Acharya cita al estudioso indio S. B. Roy, de su libro "Astronom�a Lunar Prehist�rica":

Para los antiguos... el cielo era la tierra de dioses y misterio. El cielo - el Dyaus del Rig Veda - era viviente por s� mismo. Las estrellas eran las moradas de los dioses. Las estrellas brillantes se eran, de hecho, dioses luminosos. La astronom�a no era el conocimiento de de cuerpos celestes, sino de seres celestiales.

"El conocimiento astron�mico o astroteol�gico alcanza hasta atr�s, al alba de la humanidad, apareciendo extendido y desarroll�ndose altamente sobre un periodo de milenios,"

...Acharya escribe, y despu�s de un examen completo del asunto, concluye:

Los padres de la iglesia y otros escritores cristianos tambi�n reconocieron esta astroteolog�a y su antig�edad, pero la denigraron tanto como les fue posible. �Por qu�? ... el conocimiento sobre la astroteolog�a revelar�a a los Cristianos que su propia religi�n era Pagana en virtualmente cada aspecto significante.... la restauraci�n de este conocimiento no ser� desesperada sino regocijada.

Resumen

Las religiones cristianas - as� como sus primos monote�stas, el Juda�smo y el Islam - son todas basadas en los vestigios primitivos de un pasado oscuro, que ciertamente, la mayor�a de sus seguidores, indudablemente no entienden adecuadamente, y sin duda alguna, muchos de sus oficiales de la cima tampoco comprenden.

�stos son canibalismo y sacrificio de ni�os.

La tangente al canibalismo puede verse claramente en el acto de la sagrada comuni�n en que el creyente se insta para tragar "el cuerpo de Cristo". El ejemplo del sacrificio de ni�os ocurre en el mito de "Dios" supuestamente enviando a su �nico hijo al reino corp�reo s�lo para ser torturado y asesinado. Esto siempre me ha parecido como un acondicionamiento profundamente encubierto para adoctrinar a creyentes ingenuos a estar deseosos de morir, o a enviar a sus ni�os a morir por su pa�s bendito.

Yo no conozco ninguna literatura que adecuadamente analice las ramificaciones psicol�gicas de estos dos simb�licos actos b�rbaros. Pero s� que billones de personas han participado en �stos locos rituales y han basado sus vidas en veneraci�n de ellos. Y nosotros vemos muy claramente los resultados del paradigma de la creencia en el insensato asesinato de billones durante el siglo, generado por la fe ciega y salvaje en esta supuesta causa santa.

Aunque hay ejemplos infinitos, los dos que inicialmente vienen a la mente son los siglos de matanza en el hemisferio Occidental por los conquistadores espa�oles y los pioneros brit�nicos que consideraron animales a sus semejantes co-humanos, que se ve�an diferentes a ellos, por lo que eran elegibles para exterminaci�n. Y ahora, est�n los perversos asesinos violadores de inocentes Iraqu�es, que son muertos por h�roes americanos, israelitas y brit�nicos endrogados y envenenados con uranio. El mismo partido de football en diferentes tiempos - cada porci�n de esto directamente atribuible a este sanguinario legado Judeo-cristiano.

Y yo tambi�n s� otra cosa importante en estas materias. Cuando ustedes viven su vida convencidos que esa realidad es de cierta manera y basan sus vidas en ello, sus vidas resultar�n ser exactamente lo que ustedes creen. Yo creo que hay una conexi�n directa entre la gran mentira cristiana que ustedes sobrevivir�n la muerte si hacen lo que el cura les dice, y la realidad cotidiana siempre presente de violencia en el mundo.

La iglesia les ense�a a creer en la infalibilidad de lo que sus l�deres dicen, y a seguir sus �rdenes sin importar lo dem�s, o ustedes se asar�n en los fuegos del infierno. La historia nos muestra, claramente, que no importa la denominaci�n, los padres de la iglesia han mentido terriblemente y han causado billones de muertes innecesarias.

Esas mentiras, emuladas santurronamente por los l�deres gubernamentales - sean ellos reyes o presidentes � han transferido esta autoridad sobrenatural al reino secular, permiti�ndole a nuestros l�deres enga�ar a sus poblaciones para hacer matanzas interminables para lo que nuestros l�deres dicen que es correcto, y que son razones ultimadamente enga�osas, al estar basadas en mentiras deliberadas. Justamente como la religi�n cristiana, y sus primos monote�stas.

La voluntad de la poblaci�n para creer que estas mentiras se relacionan directamente a lo que sus santos varones les dijeron - crea esto, o usted sufrir� en el infierno para la eternidad.

Lo que usted cree es lo que recibe, y esta actitud, engendrada por la iglesia cristiana y sus man�acos colegas monote�stas tienen, con sus mentiras transparentes que han sido tragadas por millones de personas incautas, mantuvieron las impotentes amenazas de sus falsas promesas, creando el infierno en la tierra para convencerlo que ellos tienen raz�n.

Este santo cerrojo mental nunca ha sido m�s obvio - ni m�s letal � de lo que es hoy, en el a�o 2005 en el cual un d�spota presidente americano, quien insiste que �l habla con Dios, ha matado y est� matando cientos de miles de personas por todo el mundo, por razones que cualquiera, con una pizca de sentido com�n, sabe son mentiras.

Los dos voluminosos y s�lidamente referenciados trabajos de la mujer conocida s�lo como Acharya S - "La Conspiraci�n de Cristo" y "Soles de Dios" - proporciona un valioso primer paso para muchos creyentes descarriados que han venido a descreer el doble hablado de sus l�deres religiosos para desentoxicar la auto-enga�osa desinformaci�n con la cual la mayor�a de nosotros ha sido bombardeado con lo largo de nuestras vidas.

Este conocimiento siempre ha sido conocido, pero ha sido suprimido y censurado por la m�quina giratoria de la religi�n organizada, confiriendo su gracia corrupta a los tiranos durante siglos. El cuadro real de nuestro creyente cristiano descaminado est� probablemente mejor expresado por el mismo San Agust�n durante todos esos largos y ag�nicos a�os, en este pasaje recontado por Acharya S:

... uno de los m�s afamados y respetados doctores cristianos era San Agust�n que "estaca su salvaci�n eterna� en su aserci�n que �l predic� el evangelio a "una naci�n entera de hombres y mujeres que no ten�an cabeza, pero ten�an sus ojos en sus pechos".

Nota de pie de p�gina

Qui�n es exactamente Acharya S y por qu� es tan dif�cil de encontrar?

Realmente, es debido a la persecuci�n que le han obligado a soportar debido a su trabajo. Ahora mismo, ni siquiera su editor sabe donde est�. Ella se ha escondido despu�s de varios incidentes desagradables durante los �ltimos a�os, uno de los cuales fue el secuestro de su hijo, un crimen que fue afortunadamente resuelto despu�s de un per�odo de intensa tensi�n que puede haber involucrado a un bastante conocido gur� de la Nueva Era.

Un estudio en las contradicciones, Acharya S es obviamente un �seudonimo� para un arque�logo, historiador, mitologista y ling�ista que tiene las calificaciones, el valor, e integridad para desbancar completa y profesionalmente la m�quina giratoria colectiva de la religi�n. Pero hablar con Acharya S es notablemente diferente que leer su trabajo, sobre la diferencia entre un chiquillo ciclista y un profesor de la universidad, guiando a algunos a especular si el radical �spero-afilado y el creador de los meticulosos argumentos y tomos eruditos que llevan su nombre realmente son la misma persona.

No obstante, sus dos meticulosamente documentados libros presentan al lector laico e historiador profesional, similar con un fuerte asesoramiento sobre las rotundas mentiras que la iglesia cristiana ha dicho sobre su hom�nimo. Usted puede pedir los libros de http://www.adventuresunlimitedpress.com/ o averiguar m�s sobre Acharya en http://truthbeknown.com/

Si usted leyera estos libros, es extremadamente dudoso que usted alguna vez asista de nuevo a la iglesia. Y si lo hace, usted llevar� consigo la pregunta reverberante:

�Qu� le pasa a uno cuando sabe que aquello en lo que ha cre�do en lo m�s profundo de su propio coraz�n es falso?

Todo este tiempo, en el nombre de una ficticia f�rmula m�gica robada de otros y renombrada con mentira sobre mentira, se han matado a billones, y est�n por matarse m�s billones.

Abran sus ojos, para la causa del Dios real, para la belleza de este universo que nos da vida, que no distingue entre hombre o bestia, pero que le da, a todo lo que respira, este exquisito regalo, con s�lo un �nico cord�n atado - un cord�n atado a todo lo que vive.