por Montalk
9 Septiembre 2005
del sitio Web
Montalk

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Algunos caminos son m�s tortuosos y dolorosos que otros.

Saber lo que se debe vigilar le puede ahorrar muchos problemas innecesarios. Esto se reduce a la combinaci�n del entusiasmo con el discernimiento y la b�squeda de la sabidur�a necesaria para navegar por un camino claro.

Aqu� est� una lista de trampas que he encontrado en mi camino a una mayor comprensi�n:

  1. Profec�as exactas no son garant�a de intenciones positivas.
    Fuentes enga�osas pueden hacer predicciones exitosas �nicamente para ganar devoci�n ciega, inducir sentimientos de fatalidad, o crear profec�as auto-cumplidas. Cuando fuentes positivas dan profec�as, �stas respetan el libre albedr�o y las probabilidades presente sin indebidos fatalismos ni colorantes macabros.

  2. Que el cuerpo de los materiales contenga verdades identificables no necesariamente hace que sean v�lidos.
    Fuentes enga�osas pueden apilar un mont�n de mentiras sobre una base, que de otra forma es f�ctica, mientras que los casos m�s descuidados simplemente juntan fragmentos de ya material existente. En contraste, el material positivo es siempre m�s que la suma de sus partes y presenta informaci�n adicional que es nueva, pr�ctica y verificable.

  3. La preocupaci�n por verdades bajas pueden distraer de la b�squeda de verdades m�s elevadas.
    Por ejemplo, la obsesi�n por denunciar la corrupci�n pol�tica puede distraer la atenci�n de obtener el poder espiritual necesario, que es una t�ctica popular empleada por las entidades hiperdimensionales y sus agentes humanos. Las fuentes positivas priorizan mediante la formulaci�n de las verdades m�s bajas en su contexto m�s alto.

  4. S�lo porque algo contenga preguntas enrolladas, una jerga compleja y voluminosas p�ginas no necesariamente contiene verdades profundas.
    La ilusi�n de profundidad env�a la gente en una b�squeda in�til de grandes verdades mejor en otro lugar. Las fuentes positivas son complejas s�lo en aras de la exactitud y la concisi�n.

  5. La alternativa a un sistema de falsas no siempre puede ser una mejor alternativa. Rechazar algo y buscar su opuesto diametral podr�a ser simplemente ir del auto-enga�o a la autodestrucci�n. Las fuentes positivas no est�n suscritas a este pensamiento binario mec�nico, y en su lugar presentan soluciones equilibradas que trascienden tales falsas dicotom�as.

  6. Las fuentes enga�osas se ganan el apoyo golpeando al ego y jugando con las inseguridades de los individuos.
    Todos somos especiales y estamos aqu� por una raz�n, pero estas fuerzas oscuras disminuyen la humildad y animan y abastecen la presunci�n personal mediante la asignaci�n de t�tulos de grandeza, papeles mesi�nicos, y extravagantes historias de vidas pasadas. Las fuentes positivas ayudan a lograr una comprensi�n de su humilde lugar en el universo, sin exaltar ni reprimir a quien realmente usted es.

  7. A veces una acci�n hacia el equilibrio puede rebasar el equilibrio y convertirse en un nuevo tipo de desequilibrio.
    Por ejemplo, la eliminaci�n de contaminantes nocivos de su dieta puede traer un equilibrio m�s sano, pero la eliminaci�n de demasiados alimentos sin sustitutos apropiada puede conducir a la deficiencia nutricional. Para evitar esta trampa, las medidas correctoras siempre debe medirse en relaci�n con el equilibrio.


  8. El m�todo correcto para la persona equivocada puede dar resultados negativos. Por ejemplo, la metodolog�a Cuarto Camino apunta a crecimiento de las almas dentro de aquellos que no tienen ninguno, y si la gente que necesita un despertar del alma m�s que el crecimiento del alma se limitan a este sistema, ellos supondr�n que son menos de lo que realmente son y se asfixiar�n espiritualmente. Conoci�ndose a usted mismo, sabr� lo que es correcto para usted [por Cuarto Camino, me refiero al sistema de Gurdjieff y Ouspensky, que es incompleto y distorsionado. Para un tratamiento m�s equilibrado y completo, vea el sistema expuesto por Boris Mouravieff en Gnosis].

  9. Los dones no siempre son dados con sinceridad.
    Los abducidos por extraterrestres a menudo son dotados de poderes ps�quicos, e incluso de habilidades de curaci�n, pero para �stos extraterrestres, se trata de baratijas sin valor que no les importa canjear propiedad espiritual y biol�gica sobre el abducido. Los dones son sinceros �nicamente cuando son dados de forma incondicional y desinteresada.

  10. El estar bajo ataque no siempre es un signo de estar en el camino correcto.
    Los ataques pueden algunas veces servir como una falsa confirmaci�n con fines de producir ganado a fin de golpear falsamente al ganado y obligarle a aferrarse m�s firmemente a su falso sistema de creencias, tales como los devotos cat�licos recibiendo ataques demon�acos para que puedan ser f�cilmente conducidos en este camino y alimentarse de ellos. Para aquellos en el camino correcto, los ataques son mucho m�s sofisticados, buscan socavar la fe y presionan a que uno cometa auto-sabotaje.

  11. Los enga�adores astrales a menudo se hacen pasar por personajes impresionantes, tales como figuras hist�ricas, maestros ascendidos, arc�ngeles, Jes�s o extraterrestres.
    Hacen esto con el fin de formar un enlace parasitario con aquellos que creen este enga�o, y hacen todo lo posible para construir sus personajes. El material deber� siempre ser evaluado sobre su contenido, no su origen, y las fuentes enga�osas dar�n astutamente material defectuoso o vac�o, independientemente de sus credenciales autoproclamadas.

  12. Intenciones nobles pueden ser desviadas a quijotescos esfuerzos.
    Las personas con buen coraz�n pueden, debido a la falta de conocimiento o un idealismo sin bases, ser conducidos a un camino de rosas exigiendo mucho tiempo, energ�a y recursos a fin de mantenerlos girando sobre sus ruedas, pensando que est�n haciendo una diferencia, cuando en el panorama general de sus talentos podr�a mejorar ser mejor aplicado en otros lugares. El discernimiento requiere no dejar que la subjetividad y las ilusiones enmascaren las se�ales de advertencia de que uno est� buscando un camino ineficiente.

  13. El consenso grupal es un arma de doble filo.
    Mientras la atribuci�n y la concertaci�n entre m�ltiples individuos disminuye el riesgo de enga�o personal, si el grupo entero puede es arrastrado a acordar sobre una idea falsa, entonces cualquier disidencia individual del lado de la verdad ser� rechazada sobre la racionalizaci�n de que es mucho m�s probable que un individuo est� equivocado, que el grupo entero. La comuni�n personal con el propio coraz�n y la propia mente deber� siempre prevalecer sobre el consenso del grupo, porque la verdad est� dentro de uno mismo.

  14. Cualquier cosa buena puede ser mostrada en una mala luz, cualquier cosa mala puede ser mostrada en una buena luz.
    Al tomar las mejores promesas de un camino enga�oso, y compar�ndolo con los peores riesgos de un camino productivo, el camino enga�oso pudiera falsamente parecer como si fuera la mejor opci�n. S�lo mediante el examen de la totalidad de cada opci�n se puede tomar una decisi�n informada.

  15. El que un m�todo o sistema �solamente funcione� y produzca resultados visibles, no es garant�a de que el sistema sea en �ltima instancia beneficioso.
    Los resultados que usted pudiera ver pudieran ir acompa�ados de una mayor cantidad de perjuicios que no se pueden ver, lo cual es especialmente cierto de los sistemas que enfatizan en la sustituci�n de tecnolog�as, rituales, o f�rmulas para la pr�ctica, la libre determinaci�n, y el descubrimiento espiritual. Lo mejor que uno puede hacer es considerar los beneficios, y buscar potenciales deficiencias de un sistema y protegerse contra ellos.

  16. El enga�o busca emular la verdad lo m�s cerca posible mientras propaga justamente lo opuesto.
    Comparte las caracter�sticas superficiales de una fuente positiva y espera que el p�blico objetivo no mire m�s all� de la imitaci�n superficial. En �ltima instancia, algo que siempre tiende a sentirse, �fuera de lugar� acerca de estas fuentes, a pesar de las apariencias superficiales no indiquen nada fuera de lo com�n, una vez su intuici�n le avisa, es el trabajo de la raz�n el ayudarle a concentrarse en el problema.