por Professor Dr. Jo�o Sedycias Ph.D

Civiliza��o Hispano-Americana

Depto. de L�nguas Estrangeiras - LET

Universidade de Bras�lia - UnB
del Sitio Web Jo�oSedycias

Procedencia: Alejandro Herrera y Luis Quintana, M�xico
(Alejandro Herrera, profesor en la Universidad de la Frontier, Temuco, Chile - http://www.quechuanetwork.org/news_template.cfm?news_id=1120&lang= )

Los incas vivieron en el Per� desde 1100 hasta 1532. Ten�an una civilizaci�n avanzada pero no ten�an una lengua escrita. Su capital estaba en Cuzco. En 1532, Francisco Pizarro conquist� a los incas, y su territorio se hizo parte del imperio espa�ol. El Per� perteneci� a Espa�a hasta 1821, cuando se declar� la Independencia.

Los incas vivieron en Machu Picchu, una ciudad que tambi�n era un fuerte en los Andes. Tambi�n era un centro para la religi�n. Macchu Picchu significa �la monta�a vieja.� Un arque�logo norteamericano, Hirman Bignam, lo descubri� en 1921.

El idioma espa�ol se convirti� en la lengua oficial del Per� despu�s de la conquista y fue la �nica lengua usada por muchos a�os. En 1975, el gobierno decret� que la lengua de los incas, el quechua, ahora es una lengua oficial con el espa�ol. El 75% de los peruanos hablan espa�ol, casi dos millones de los peruanos hablan quechua, y unos pocos aymar�, la lengua de una tribu vencida por los incas en 1400; es el idioma que se ha hecho oficial m�s recientemente.

El Per� comprende tres grandes regiones naturales: la costa, los andes o sierra y la floresta amaz�nica. Al interior de ellas existe una sorprendente diversidad de zonas ecol�gicas, definidas por factores como la altitud, latitud y exposici�n solar. El manejo inteligente de esta diversidad permiti� a los antiguos pobladores peruanos alcanzar grados superiores de cultura, con desarrollos sociales, econ�micos y pol�ticos de gran complejidad.

Un ejemplo de las peculiaridades geogr�ficas, y de c�mo el hombre sac� provecho de ellas, es la costa norte del Per�, donde florecieron durante milenios sociedades nativas con profundas ra�ces y marcada continuidad hist�rica y en donde se encuentran las ciudades modernas de Trujillo, Chiclayo, Lambayeque y Piura, por citar a las m�s importantes.

Si bien por su posici�n geogr�fica cercana a la l�nea ecuatorial le corresponder�a un clima tropical, con densa vegetaci�n, varios factores hacen de la costa peruana un desierto de aridez extrema. Por un lado, la presencia de la cordillera de los Andes hacia el oriente impide que los vientos y las nubes cargadas de humedad lleguen a la costa; por otro, la presencia de la Corriente Peruana o de Humboldt, de aguas fr�as, genera un fen�meno t�pico de la costa peruana, que impide la presencia de lluvias tropicales, facilitando por el contrario la acumulaci�n de humedad a manera de un denso manto: la niebla.

Al no haber lluvias en la costa peruana, la fuente de agua principal son r�os, que naciendo en los Andes corren hacia el occidente desembocando en el Oc�ano Pac�fico. Los r�os cortan el desierto, formando valles que constituyen verdaderos oasis. Si bien todos ellos tienen un origen natural, y fueron cre�ndose a lo largo de miles de a�os, fue el antiguo poblador peruano el que les dio forma, convirti�ndolos en ricas tierras productivas por medio de la irrigaci�n y otras tecnolog�as agrarias nativas que se desarrollaron con maestr�a a lo largo del tiempo.

El imperio inca, fue un gran imperio y una cultura avanzada en el continente americano, antes de su descubrimiento por parte de los europeos. En l�neas generales, el Imperio se extend�a desde el norte del Ecuador a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa.

Los incas fueron una tribu peruana que hablaba como hemos dicho el "quechua" y mitol�gicamente hablando ellos proced�an del Sur y fueron depositados en la llamada Cuenca de Cuzco, en donde quedaron primitivamente confinados. Aparentemente los incas extendieron su dominio por tribus vecinas alrededor del a�o 1100 A.c. Sin embargo el Imperio Inca alcanz� su m�ximo esplendor en el siglo XV.

A pesar de toda su grandeza el Imperio incaico escasamente existi� m�s de un siglo. Con anterioridad al a�o 1430 los incas gobernaron solo el Valle del Cuzco. Ellos hab�an entablado una guerra con los Chankas por alg�n tiempo, pero finalmente los derrotaron en una gran victoria en 1430. Esto marc� el comienzo de una gran expansi�n militar.

El imperio incaico conquist� e incorpor� la mayor�a de las culturas en el �rea que se extend�a desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile. Los incas impusieron su modo de vida sobre las gentes que conquistaron. Para el tiempo que los Espa�oles llegaron la mayor�a del �rea de los Andes hab�a sido totalmente controlado bajo las leyes de los incas.

Los incas desarrollaron una econom�a basada en una intensiva construcci�n de hileras de terrazas en las monta�as, en las que consiguieron una maestr�a en el arte hidr�ulico y de irrigaci�n de las aguas. Su civilizaci�n se congrego tanto en centros urbanos como en redes de caminos, lo que hoy en d�a se pueden denominar carreteras.

Tuvieron una administraci�n eficiente, y consiguieron la maestr�a en artes como en el refinamiento de metales trabajados, arquitectura eficaz y sobria, una artesan�a singular en las telas y su posterior acabado, una extraordinaria mano de obra en la alfarer�a, y en fin en otras diversas artes. La conquista espa�ola signific� el fin del Imperio Inca en 1532. Como dato anecd�tico y curioso, pero digno de tener en cuenta, el imperio de los incas, contaba con cierto tipo de organizaci�n policial, sus miembros se llamaban "Tucuyricu" (El que todo lo ve).

Los "Tucuyricus" velaban por el orden y el cumplimiento de las leyes del soberano; estaban apoyados por los "michues", que actuaban como "consejeros, inspectores y pesquisadores".

Para comenzar a esbozar la mitolog�a inca, seria bueno describir brevemente la extensi�n del pueblo inca. El imperio comprend�a en la �poca de su mayor extensi�n los actuales territorios de Ecuador, Per�, el noroeste Argentino, la mitad del norte de Chile y la parte meridional de Colombia.

En un ligero pero muy bien dotado adjetivo, podr�amos decir que la religi�n incaica fue en un principio "sencilla". Solo adoraban a Viracocha que ellos denominaban dios creador y unos pocos mas como: Inti, Mama Quilla, Pacha Mama, Pachacamac, etc. que ahora veremos.

A estos dioses los incas rend�an cultos y sacrificios, al igual que en otras mitolog�as, algunos dioses se repet�an o eran llamados igual en distintas provincias del pueblo inca. Mas tarde todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero pante�n inca de divinidades.

Viracocha tambi�n llamado Illa Viracocha Pachayachachi, era considerado como el esplendor originario o El Se�or, Maestro del Mundo, en realidad fue la primera divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que proven�an de Titicaca, y al igual que su hom�nimo el dios Quetzalcoatl, surgi� de las aguas (*), cre� el cielo y la tierra y la primera generaci�n de gigantes que viv�an en la obscuridad.

(*) Seg�n leyendas, estos dioses que surgieron de las aguas son, ni mas ni menos que seres intergal�cticos que llegaban a nuestro planeta en grandes p�jaros de fuego y descend�an sobre los lagos o mares, dejaban sus ense�anzas o constru�an alg�n monumento de la noche a la ma�ana, daban muestra de sus conocimientos y tecnolog�a, y luego se retiraban hasta su pr�xima visita...

El culto al dios creador supon�a un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios n�mada y tenia un compa�ero alado, el P�jaro Inti, una especie de p�jaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso de los acontecimientos futuros.

Estaban tambi�n el dios Inti (el sol) llamado el Siervo de Viracocha, el cual ejerc�a la soberan�a actual en el plano divino. Exist�a tambi�n dentro del mismo plano el Emperador llamado Hijo de Inti o Hijo del Sol que reinaba sobre los hombres. Inti era la divinidad popular mas importante, y se adoraba en m�ltiples santuarios. A el se le rend�an ofrendas de oro, plata y ganado, as� como las llamadas V�rgenes del Sol.

Esposa de Inti era Mama Quilla (Madre Luna) y madre del firmamento, de ella se tenia una estatua en el Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rend�a culto. Extendi�ndose dicha orden a lo largo de toda la costa.

Tambi�n estaba Pacha Mama (la madre tierra) la cual tenia un culto generosamente extendido a lo largo de todo el Imperio, ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos.

Por ultimo estaban tambi�n Pachamac que en realidad era una reedici�n de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central. Mama Sara (madre ma�z) y Mama Cocha (madre del mar) fueron tambi�n ampliamente veneradas.

Los incas cre�an que si el espacio horizontal estaba dividido en dos partes, y cada una de ellas subdividida en otras dos, el mundo aparec�a compuesto por tres planos:

  • Hana Pacha (el mundo de arriba)

  • Kay Pacha (el mundo de aqu�)

  • Ucu Pacho o Urin Pacha (el mundo de abajo)

La palabra pacha significaba a la vez "tiempo" y "espacio".

Surgieron con el tiempo unos mitos. Estos procedentes de Cuzco dec�an que el dios Viracocha hab�a dividido al mundo en cuatro partes:

  • chinchaysuyu (al oeste)

  • collasuyu (al este)

  • antisuyu (al norte)

  • cuntisuyu (al sur)

Despu�s ordeno salir a los hombres de las cuevas, de las fuentes, del subsuelo, y el siguiendo el camino del Sol, se perd�a en el oc�ano y quedaba despu�s en el cielo.

A todo esto los mitos nos hablan de una dualidad cielo - tierra, y su forma de comunicaci�n e interacci�n eran el rayo, el arco iris y la serpiente. Los sacerdotes eran los encargados de los rituales para comunicar a los dioses con los humanos.

Y el Inca era un punto de comunicaci�n entre los planos del mundo, ya que el era Hijo del Sol.


Los chamanes incas

El chamanismo es un fen�meno, cuyo origen se remonta a la prehistoria de la humanidad. El cham�n es una persona a quien "se atribuyen poderes para curar a los enfermos y comunicarse con el m�s all�". Su actividad se traduce sobre todo en lo m�stico, en t�rminos generales, su tarea consiste en restaurar la salud, limpiar, purificar, reparar, mejorar las relaciones del individuo con su grupo y dar sentido a lo que ocurre.

Las artes son los objetos que componen lo que se puede denominar equipo m�gico del Chaman. Cada maestro posee algunas que lo diferencian claramente de los dem�s. Entre los mas importantes tenemos a las varas de madera que forman parte indispensable del equipo, y la clase de maderas que mas se utilizan son "la chonta", el "hualtaco negro", el "chiquir huandure" y el "ajo jaspe". Estas varas son las que utiliza el chaman en sus dram�ticas ofrendas y ritos, para defenderse frente a los influjos y fuerzas negativas, tales como "los malos vientos", "los malos aires" y "los hechizos".

El chaman actuaba normalmente frente a una mesa o altar ritual y all� situaba las varas siguiendo un determinado y cabal�stico orden, pero siempre tenia una que era la vara superior o vara mayor que era la preferida del Chaman oficiante.

Tambi�n los pu�ales y las espadas formaban parte fundamental del desarrollo de las "arcanas ceremonias m�gicas". Merced a ellos el chaman se defend�a de los ataques criminales de los "enemigos maleros" o "brujos de la magia negra".

En plena ceremonia se produc�a una lucha o combate m�gico. El Chaman hacia una ingesta de bebidas alucin�genas y despu�s utilizaba las espadas sumamente puntiagudas y afiladas que eran una de las artes del celebrante. El Chaman al igual que con sus varas siempre tenia una espada preferida, de la que jam�s se separaba. Era La espada Mayor y siempre recib�a el nombre de una "Virgen" o "Santo", y en algunas ocasiones de alguna laguna m�gica o monta�a infernal.

Estaban las otras "artes" unas extra�as conchas en las que se depositaban el tabaco o el vino que eran absorbidas por la nariz al realizar la "Shingada". Estas conchas ten�an varios tama�os, estaban los "toros" que eran bastante grandes y otras mas peque�as que se denominaban "churitos". El Chaman las utilizaba para atraer a la suerte y eran lanzadas sobre la mesa bajo c�nticos extra�os y cabalisticas oraciones.

En la mesa tambi�n se depositaban piedras de diversas calidades, las cuales todas ten�an poderes m�gicos y sobrenaturales. La mas apreciada era la magnetita ya que se empleaba para la denominada "Magia Amorosa". Despu�s estaba la "piedra del rel�mpago" que en realidad era la s�lice, que se usaba contra "los diab�licos enemigos invisibles". Estaba tambi�n "la piedra gorda" o andesita que era la predestinada a absorber los males de la gente que acud�a al Chaman.

Entre otros ritos que se celebraban eran los que atra�an la lluvia los cuales se celebraban con "Extra�as y Misteriosas p�cimas" ayudadas con los cantos rodados o mushcas pero no todo terminaba aqu� se usaban toda clase de amuletos, estatuillas, medallas que serv�an para las "consagraciones chaman�sticas" que eran rituales para atacar o defenderse de crueles y ves�nicos elementos invisibles.

Tambi�n exist�an una serie de ritos que se efectuaban con ingenios musicales tales como "la chungana" (maracas) que convenientemente utilizadas al son de otras m�sicas extra�as y arcaicas serv�an para alejar esp�ritus "torvos y mal�ficos" invocando al mismo tiempo a esp�ritus favorables. De la misma manera las denominadas "sonajas" serv�an para despertar los poderes de los objetos depositados sobre la mesa o altar, y las im�genes de los santos lugare�os eran los protectores de la citada mesa.

Pero no todo terminaba aqu�, ya que los crucifijos, las cruces, los cabellos, u�as humanas y efectos personales eran utilizados por el chaman para recuperar amistades o traer la fortuna. Finalmente se derramaban esot�ricos perfumes por el altar y entre las ropas de los presentes.

Lo que diferenciaba espec�ficamente al cham�n de sacerdotes, magos o curanderos es que utilizaba para el desarrollo de su actividad estados modificados de consciencia - a veces identificados con el trance o viaje - en los que pod�a entrar a voluntad (seg�n el Chaman), normalmente entraban a estos estados inducidos ya que en la preparaci�n de la ceremonia el Chaman aspiraba el humo de ciertas yerbas o como dec�amos anteriormente inger�a ciertas bebidas.


Tradiciones

Cada a�o miles de peregrinos se re�nen en este lugar para rendir culto al Sol desde lo mas alto de las monta�as. Muchos han perdido la vida en el empe�o, pero son mas los que prefieren recordar as� un rito que nos remite al legendario pasado Peruano.

A esta Enigm�tica y Arcana peregrinaci�n tambi�n se le llama Estrella de las Nieves. Todo respira misterio y orden ancestral, alg�n iniciado habla de los motivos que pueden tener los que inician la peregrinaci�n. Su objetivo final, solicitar favores, para bien o para mal, al majestuoso y tenebroso Se�or de Colloriti. Y distante pero cercano esta en el ambiente, cada vez que los que inician el camino se acercan mas a el.

En esta tradici�n que se celebra en los Andes Peruanos durante el solsticio de Invierno, en esos d�as que el "dios Sol" parece querer abandonar a los hombres..... Mahuayani es una min�scula aldea o peque�o poblado que se encuentra enclavado en la carretera que desciende desde Cuzco a Puerto Maldonado, lugar en donde los Andes conducen a la Selva Amaz�nica.

Se trata de una agrupaci�n de peque�as y humildes casas con algunos tenderetes en los que se detienen de vez en cuando los camioneros que cubren esta ruta vertiginosa.

Sin embargo este peque�o lugar casi abandonado de la vista del hombre, una vez al a�o, d�a y noche, miles de peregrinos se mueven entre estas casuchas, llegados de todos los lados del pa�s. La procedencia de las personas es de todos lugares del pa�s, todos con ilusi�n y fe, amontonados en vetustos y desvencijados autobuses y camiones de ganado y mercanc�as.

Con la ilusi�n renovada y dispuestos a ascender al Santuario del Se�or de Colloriti "La Estrella de las Nieves".La peregrinaci�n se efect�a durante los d�as mas cortos del a�o, los mas fr�os, en realidad casi heladores en estas alturas de los Andes y cuando la luz dura pocas horas y la obscuridad se adue�a del mundo, y las mentes comienzan a fraguar misterios desconocidos y en algunos momentos aterradores. La Fiesta del Corpus que en otros lugares es fiesta ya de sol y colorido en aquellos lugares del hemisferio austral, es la del Solsticio de Invierno.

En realidad la gente esta triste ya que desde siempre aquellas tierras han adorado al sol, y en estas fechas se ve poco. La peregrinaci�n representa varias horas de lento ascenso desde Mahuayani hasta la Hoyada de Sinakara, lugar en que esta ubicada la Ermita del Se�or de Colloriti. Los peregrinos acampan aqu� durante los d�as de la celebraci�n, all� por el mes de Junio.

Deben de recorrer de 10 a 12 kil�metros por un laborioso camino estrecho y empinado, desde el cual en algunos recodos asoman terribles precipicios -evocadores fatuos de la muerte- que se han cobrado ya varias victimas en los �ltimos a�os. Todo parece indicar que la inescrutable monta�a impone un sacrificio humano de vez en cuando como tributo a su deidad.

Por el camino se encuentran 12 cruces, junto a cada una de ellas el peregrino dejara un guijarro, que es en realidad una huaca o manifestaci�n divina de la religi�n andina prehisp�nica que la Iglesia quiso sustituir por cruces, convirti�ndola en representaciones penitentes. Pero nada ha podido con la "Vieja Tradici�n".

Las piedras que se depositan junto a las cruces, "poseen" el aliento vital del peregrino que en agradecimiento devuelve a "la Madre Naturaleza". Y es que lo que hay que saber y tener bien claro, es la tradici�n que existe en estas tierras, la religi�n de los incas, que siempre culminaba con la adoraci�n al sol. Pero que siempre han quedado partes o substratos de creencias o practicas de las culturas preincaicas, que han sobrevivido a todos los conquistadores, primero a los incas y despu�s a los espa�oles.

Y as� en todas partes adem�s de los templos en donde se rinde culto a la religi�n oficial, sea esta cual fuere, se encuentran desperdigadas las famosas huaca o huchas para depositar los guijarros. Que no dejan de ser verdaderos "lugares sagrados". Y que no tienen ni lugar fijo, ni forma predeterminada. Es decir puede ser una monta�a, una roca, un templo, un puente o incluso el fardo de una momia. Se tiene que considerar que las huacas no son simplemente una relaci�n con las Practicas Religiosas, sino que est�n �ntimamente ligadas a las artes m�gicas y los encantamientos.

Sobre este aspecto y teniendo en cuenta la versi�n oficial, seg�n las cr�nicas de la �poca, la tradici�n refiere claramente que en este lugar Jesucristo se apareci� a un pastor, llamado Mariano Maita. Pero por otro lado, se sabe que todo el Valle era un lugar sagrado desde lejanos tiempos precolombinos y que en el se celebraban arcanas y misteriosas practicas religiosas verdaderamente antiqu�simas.

Sobre este fen�meno, se han presentado dos interpretaciones:

  • La primera representa que la aparici�n y milagros del Se�or de Colloriti es una ficci�n que permit�a a los indios oficiar sus practicas religiosas en lugares tradicionales con la aquiescencia de la Iglesia Cat�lica.

  • Sin embargo otros piensan que fue un invento de los propios espa�oles, para sustituir el culto anterior por otro nuevo, menos arcano y misterioso, quiz�s.

Sin embargo lo cierto es que pese al mestizaje simb�lico que se ha producido, las practicas tradicionales perviven y contin�an con arraigo en los lugares m�gicos de anta�o, bajo una mezcla de misterioso ritual y magia, en los que es dif�cil poder concretar s�mbolos de alguna tradici�n en concreto.

El final del largo camino esta marcado y se�alado con una gran roca, la Huaca Principal. All� la Iglesia en un intento desesperado de querer disimular practicas, costumbres y tradiciones arcanas, erigi� una ermita para "salvar las almas perdidas". Aqu� comenz� una lucha de s�mbolos. Ya que los Indios respetando la ermita abrieron una ventana orientada hacia Cuzco.

Posteriormente delante de ella un sacerdote levant� una cruz, pero sobre ella, unos peregrinos colocaron una piedra, la cual simbolizaba el ojo por el que la huaca miraba hacia el ombligo del mundo... La extra�a y magn�tica Ciudad de Cuzco... En la pampa que rodea la ermita, se erige y levanta un campamento improvisado sobre el que se colocan cientos de columnas de humo. Como t�tricos espectadores, unos dram�ticos y amenazadores brazos del glaciar, son testigos de las extra�as ceremonias. All� los peregrinos, combaten el fr�o con te y aguardiente y el cansancio y el hambre con hojas de coca. La noche helada, se�orial, l�gubre, misteriosa y aterradora se cierne sobre ellos con su t�trico manto. Solo los primeros rayos matutinos reconfortan de las terribles heladas a los peregrinos.

Estos llevan trajes extra�os, coronados con mascaras y sombreros estramb�ticos. Y es que cada elemento proporciona un car�cter especial a cada uno de los peregrinos con su propia idiosincrasia. Pero que nadie se confunda, estas extra�as vestimentas no son trajes carnavalescos ni festivos. Se trata de vestidos rituales en los que cada elemento tiene un significado determinado y muy complejo.

Aqu� comienza la explicaci�n entre misteriosa y esclarecedora que la peregrinaci�n en si tiene. Una vieja tradici�n asegura que los hombres vivieron durante mucho tiempo bajo la obscuridad antes de que existiera el Sol. Cuando este apareci� por primera vez, cegados por la luz, los hombres corrieron a esconderse en la selva, donde los rayos del astro rey no penetraban. Y la tradici�n continua, dici�ndonos con hermosas palabras para quienes las quieran o�r, que quienes osaron salir de la selva (de la oscuridad) tuvieron la misi�n, la bendita misi�n de fundar el Imperio Inca.

Se nos aparecen ahora junto al fuego... diversas hermosas leyendas, contadas de boca en boca y a penas transcritas por los cronistas... est�n los ukukus seres m�ticos creados de la uni�n entre una mujer con un oso. Y su recuerdo y significaci�n es el realce que los hace los personajes mas importantes de esta romer�a. Recordemos que seg�n la mitolog�a andina, el oso es un animal intermediario entre el hombre y el mundo.

El oso vive en cuevas, es decir a medio camino entre la superficie y el mundo subterr�neo. Sale a cazar al amanecer y al anochecer, siempre entre el d�a y la noche; escala monta�as y de esta manera relaciona el mundo con el otro superior: el de los grandes esp�ritus.....

Algunas veces todo se nos puede representar como un caos, pero es mitolog�a, y en ella todo esta permitido. La imaginaci�n del hombre a trav�s de las eras y los siglos a volado como poderosas �guilas surcando los cielos de lo a veces irrealizable... y nunca debemos atenazar nuestra mente cuando esta quiere emular al �guila... Todo el ritual que en aquel lugar se celebra, responde a un orden interno.

Los grupos de participantes siguen unas pautas determinadas y consecuentes obedecidas a trav�s de los siglos, danzan delante de la ermita, suben peligrosamente por el glaciar hasta una pe�a en donde esta una imagen de la virgen, y descienden por otro camino hasta un lugar desierto e insondable en donde hay una cruz. Cuando un grupo finaliza su recorrido, otro lo iniciara.

Pero que nadie se lleve al enga�o, aunque a primera vista todos los elementos son cristianos (cruz, ermita, virgen) estos se levantan sobre lugares sagrados, venerados desde tiempo inmemorial, son lugares huacas es decir, lugares en los cuales se manifiestan los poderes sobrenaturales y que el arrollador influjo cat�lico quiso disimular infructuosamente con elementos cristianos, que en ning�n momento han podido ni ocultar ni adormecer el culto inmemorial a trav�s de los siglos por sus verdaderos amos....

Vayamos ahora hacia el momento mas importante de la peregrinaci�n, es decir la madrugada del llamado Martes de Trinidad. La actividad que rodea a la romer�a es fren�tica, con continuos ritos y personajes en los que se desarrolla un extra�o e indescifrable juego ritual que se entreteje entre la tradici�n y la leyenda, un mercado imposible en el que se compran dibujos de las cosas que se ambicionan o piedras que emulan casas, camiones, billetes de banco y dem�s. Tambi�n entre m�sicas extra�as e inici�ticas algunos peregrinos recurren a la m�mica para solicitar sus deseos.

Y es que hay que recordar que el principal objetivo y motivaci�n de los peregrinos es elevar una petici�n al Se�or de Colloriti, al que se le tiene por milagroso. Las peticiones son bastante diferentes a lo que se podr�a un imaginar un extra�o, ya que El Se�or de Colloriti puede hacer cumplir los deseos tanto para bien como para mal. Y es que tambi�n se puede ver que en la ermita se encienden velas con cabellos o hilos de ropa de personas a las que se desea castigar.

Y llega el Martes, en este d�a se produce el rito mas estremecedor de todos... cuando la noche todav�a es cerrada, una gran comitiva se pone en marcha, pese a que el g�lido viento penetre entre los ropajes y los huesos de los peregrinos parezcan helarse. Sin embargo ajenos a todo, fr�o, cansancio y hambre, ascienden con paso firme por la inestable cresta del glaciar, casi sin pararse a pensar que se encuentran a 5.000 metros de altitud y que el oxigeno escasea en el aire. Lo hacen en sandalias, fumando y a buena velocidad.

En un momento determinado el paso a los extranjeros se impide. A partir de all�, todos los ritos que se celebran son secretos y nadie esta autorizado a contemplarlos. Las soledades en el amanecer del glaciar son, en cierto modo, juicios sumar�simos seguidos de un castigo inmediato para aquellos que a lo largo del a�o no cumplieron con sus obligaciones...

Cuando ya comienza a clarear, comienza el descenso, y cargan sobre sus espaldas inmensos bloques de hielo de 15 o 20 kilos cada uno, luego en fila se van de nuevo a la ermita, con la extra�a carga blanca a la espalda. El hielo que ha nacido de la monta�a, comparte con ella su car�cter sagrado y se le atribuyen propiedades curativas, ya que el agua que despu�s se deshiela, se guarda para mezclarla con otros ingredientes para medicamentos primitivos y arcaicos.

El mismo martes a media ma�ana y despu�s de la ultima misa, la mayor�a de los peregrinos emprende el descenso hacia Mahuayani, sobre todo los mestizos, por que los indios aun siguen en el lugar, y posteriormente inician la ultima etapa del viaje, un fuerte ascenso que les conducir� a la aldea de Tayankani.

Cuando el sol se pone, los indios comienzan a rezar hasta la salida de la luna, se�al para que el ejercito de La Estrella de la Nieve se�ala que debe proseguirse la marcha hasta el amanecer, cuando la comitiva se detiene en otra pampa, la pampa de Jatunajaq y espera que concluya la noche mas larga del hemisferio austral. En aquel lugar los �ltimos peregrinos esperan de rodillas a que reaparezca el sol para no volver a vivir en la oscuridad, como les sucedi� a los hombres en el comienzo de los tiempos.

Y cuando por fin la claridad alumbra el nuevo d�a, adoran al dios Sol con fervor inimaginable, en agradecimiento, por que al fin y al cabo, el dios de los antiguos peruanos no ha abandonado a los hombres...


La leyenda de los Payachatas

Las leyendas Incas, tienen una amplia tradici�n, tanto oral como escrita. Oral, ya que fueron y han sido transmitidas en las fr�as noches de invierno de generaci�n en generaci�n, de padres a hijos, tanto en las monta�as como en las ciudades. En cuanto a la tradici�n escrita, los cronistas de las diferentes �pocas nos las han legado en sus escritos, adorn�ndolas quiz�s con un verbo y una declamaci�n que en su origen no tuvieron.

Son terriblemente bellas, exentas de circunloquios, de lenguaje simple y claro, pero de expresi�n emotiva y sincera. Vienen a expresar el sentimiento del pa�s, un pa�s tranquilo y agradable que merecidamente se orgullece de sus tradiciones.

Una de las leyendas m�s hermosas y encantadoras es la llamada "leyenda de los Payachatas". Para empezar a adentrarnos en ella, tenemos que dejarnos llevar por la nube de nuestra imaginaci�n a uno de los valles del Per�, all� conviven dos pueblos bastante cercanos. La vida transcurre entre luchas intestinas y entre odios de las dos comunidades, el tira y afloja por reyertas, discusiones, derechos, cultivos se ha hecho cada vez m�s inaguantable. En algunas ocasiones se ha llegado a la lucha y los �nicos perdedores han sido siempre los que se han enfrentado.

Aparece en escena una pareja de enamorados. Son dos j�venes, uno de cada comunidad. El destino ha hecho que se encontraran y posteriormente nace el amor. Un amor puro y profundo, que est� muy por encima de las reyertas de los dos poblados.

El amor entre estos dos j�venes es terriblemente lacerante para las dos tribus, son cada uno Pr�ncipe y Princesa de sus respectivos pueblos. Estos no consienten en absoluto su amor, es imposible, totalmente irrealizable. El odio acumulado entre ambas poblaciones no da pie a estas circunstancias. Que tal vez el destino puso en el camino para que los dos pueblos dejaran de pelear y de enfrentarse.

Los avisos y las recomendaciones no tuvieron �xito. El amor en la pareja era cada vez mas profundo, cuanto mas se intentaba separarlos, la fuerza del destino y los lazos de cupido los un�an mas. Dice la leyenda que las nubes nocturnas y la luna lloraban amargamente al ver la complicada situaci�n de la pareja. A�ade tambi�n el llanto y el aullar de los lobos en los valles cercanos, y clamorosas y escalofriantes tormentas, quiz�s aviso velado de los dioses a ambas comunidades.

Chamanes de toda clase a instancias de los padres practicaron ritos arcanos para romper los lazos afectivos de ambos amantes, nada consiguieron, incluso los llegados de lejanos poblados, el amor segu�a y segu�a, y eso ya no preocupaba a las familias de ambos. Era terrible, la preocupaci�n se volvi� en p�nico y despu�s se desencadenaron los hechos. Y estos fueron que los sacerdotes de ambas comunidades, decidieron sacrificarlos para evitar que continuaran juntos. Ambos fueron terriblemente ajusticiados en una noche obscura, de la que ni la luna quiso ser espectadora.

La naturaleza madre no quiso ser c�mplice de tan horrendos hechos, y se desataron las fuerzas de ella, durante tiempo y tiempo llovi� y llovi�, las tormentas arreciaron y los rayos y los truenos asolaron largamente la regi�n. Y sigue la Leyenda contando, que merced a estas circunstancias, ambas comunidades desaparecieron y dieron lugar a la aparici�n de dos lagos, hermosos refulgentes, llenos de vida, quiz�s una triste iron�a de las vidas que aquellos malvados hab�an sesgado.

Y estos dos lagos son hoy en d�a los lagos de Chungara y de Cota-Cotani, en donde los enamorados se pasean en peque�as canoas o a trav�s de sus orillas, ensalzando silenciosamente as� el amor puro de aquel Pr�ncipe y aquella Princesa.

Continua la Leyenda relatando que la diosa naturaleza no se contento con eso, y brindo el postrer homenaje a los enamorados haciendo que en el lugar en donde fueron enterrados los desdichados surgieran 2 hermosos volcanes: El Parinacota y el Pomerame.

Parinacota (izq) y Pomerape (dcha), vistos desde territorio boliviano

Nevados de Payachatas
Los Nevados de Payachatas en un conjunto de dos volcanes activos el Parinacota y el Pomerape

situados en la frontera de Bolivia/Chile, cada uno con m�s de 6.000 metros de altura cada uno,

se encuentran situados dentro de los parques nacionales de Parque Nacional Sajama en Bolivia y el Parque Nacional Lauca en Chile.
Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Nevados_de_Payachatas

Quiz�s tambi�n queriendo expresar el amor fulgurante y encendido de los dos j�venes, y con su lava lamiendo aceradamente sus valles, brindando el postrer homenaje a un amor puro y limpio, nacido en aquellos milenarios y rec�nditos valles... .