Las radios comunitarias, populares, alternativas, ciudadanas, participativas, libres, se multiplican
en todo el mundo. Se identifican por sus objetivos políticos de transformación social, de
búsqueda de un sistema justo con vigencia de los derechos humanos, con acceso y participación
de las mayorías. Personas y colectivos, muchísimas y en todas partes, que no se cansan de
repetir y accionar el fundamento de sus deseos: para construir sociedades democráticas debe
ser reconocido y garantizado el ejercicio del derecho humano a la libertad de expresión y la
comunicación.
En 1983 fue creada la Asociación Mundial de Radios Comunitarias y se constituyó como un espacio
de encuentro y acción colectiva para debatir y delinear los horizontes del movimiento de medios
comunitarios. AMARC es una red protagonizada por las radios, centros de producción y televisoras
comunitarias que la integran. Una red para profundizar la concepción y el papel de las radios
comunitarias como espacios de ejercicio de la libertad de expresión, el derecho a la comunicación
y el pluralismo. Para facilitar la cooperación y el intercambio. Para ampliar la participación
ciudadana y la vida democrática de nuestras sociedades.
El lugar de AMARC es el de la recuperación de la política, la construcción de los relatos que
acompañen y produzcan el cambio.
Más de 3000 medios comunitarios la integran en todo el
mundo. En América Latina y Caribe son más de 500 las asociadas directas y 1500 se suman a través
de sus redes nacionales. Cada una de ellas es un proyecto que busca transformar las condiciones
de existencia para construir un mundo más justo, con más voces, más músicas, más sonrisas.
Radios comunitarias para un mundo mejor.