El Decreto de captura de Visiones (en japonés: 目 狩 り 令 Megari-rei) fue una orden dada un año antes de los eventos actuales del juego por la Arconte Electro, Beelzebul y el Shogunato de Inazuma, para apoderarse de todas las Visiones dentro de las fronteras de Inazuma e incrustarlas sobre las manos de una estatua del Dios de los mil ojos y cien brazos. La Comisión Tenryou, una de las partes del Triunvirato de Inazuma, es responsable de ejecutar el decreto.
Historia[]
Zhongli, el recipiente mortal de Morax, cree que Beelzebul está haciendo esto porque cree que, dado que la Visión es un objeto divino, esta debería estar en el dominio exclusivo de la divinidad. Según él, como Diosa de la Eternidad, ella también busca eliminar los elementos inestables que representan una amenaza para su reino eterno.
Como resultado del Decreto de captura de Visiones, no se han otorgado nuevas Visiones Electro a nadie en Teyvat durante un año completo. Cuando se proclamó el decreto, el amigo de Kaedehara Kazuha, un portador de Visión, desafió a Kujou Sara (quien aceptó el desafío en nombre de Beelzebul) pero perdió y fue asesinado. Los portadores de Visiones que desafían el decreto y retienen sus Visiones son castigados "severamente", aunque el castigo está altamente implícito en la muerte. Aquellos que tienen Visiones en Inazuma se esconden por miedo a las fuerzas de Beelzebul, mientras surge una resistencia para oponerse a sus acciones.
El asunto llamó la atención de los investigadores de la Academia de Sumeru, quienes concluyeron que era la voluntad de la Arconte Electro. Ha llevado incluso a quienes no tienen Visiones a evitar Inazuma por temor al peligro en la región. Una de esas personas es Alrani, quien consideró viajar allí para investigar el decreto, pero decidió no hacerlo después de concluir que si los bendecidos con Visiones están sufriendo, podría ser aún más peligroso para la gente común, lo cual es confirmado por Atsuko y Bibo.