P�GINAS AMIGAS
�
� � � � � � � � � � � � � |
� | HISTORIA DEL BARRIO “MANGA” |
� |
|
� | |||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
BARRIO MANGA � En el pago de MANGANG� El ORIGEN del top�nimo Manga, creemos proviene del apocope de la voz Mangang�, denominaci�n por la cual aparece mencionado en 1780 el pago, luego llamado Manga. Seg�n don Benito Tesore, sin par conocedor de la historia del Manga y de sus hombres, que redactara en 1973, poco antes de su fallecimiento, a pedidote uno de nosotros ,unos apuntes que utilizaremos en este repertorio hist�rico de la zona, subsistieron en ella, hasta los primeros a�os de este siglo, varias mangueras de piedra de antiguos pobladores como los Vallejos, pero otros llegados posteriormente, consideraban que eran obras militares del tiempo de Artigas, que habr�an sido construidas para contener el avance portugu�s. Esgrimiendo esta presunci�n, lograron de las autoridades comunales que dos caminos de la zona llevaran la denominaci�n Trincheras y del Fort�n. Falta documentar, a nuestro juicio, la fecha en la cual se construyeron dichas mangueras, para conocer el grado de veracidad de tal conjetura. El ge�grafo espa�ol Andr�s de Oyarvide menciona en su memoria geogr�fica que en enero de 1784, luego de pasar por la capilla de “la chacarita de los Padres de San Francisco” , cruz� en viaje de Montevideo a Maldonado una ca�ada pantanosa llamada de Manga. Se refiere posiblemente al bajo Manga, cuyas aguas represadas por la estrechez del canal, en los Siete Cerros, anegaban una franja sobre la izquierda, hasta el actual camino La Cruz del Sur. Esta situaci�n subsisti� hasta que el Intendente municipal de Montevideo Agr. Germ�n Barbato dispuso la canalizaci�n del tramo Repetto-Siete Cerros. Refiri�ndose al arroyo Manga, dice Tesore en sus apuntes: “A trav�s de los tiempos contribuy� con su linfa a transformar el brazo de mar, que fue parte de la bah�a Pando-Carrasco , en el actual (a�o1973) ba�ado. Tiene sus nacientes en la cota 56 de un ramal de la Cuchilla Grande, a poca distancia al norte de la Avenida de las Instrucciones (Km.19) , paraje conocido por Puntas de Manga. La vastedad de la vertiente occidental casi triplica la opuesta y muchas de sus hebras cruzan en Piedras Blancas� la Avenida Jos� Vell�n. “En la brevedad de su recorrido-unos diez kil�metros – deja a la altura del camino Gral. Osvaldo Rodr�guez, a la izquierda, la azotea de Berro y Errazquin, cuyo reloj de sol, instalado por el Pbro. D�maso Antonio Larra�aga, se encuentra en la actualidad en el Museo Municipal. All� bordeando ambas orillas, perdura una muy antigua cultura forestal que quiz� muy pronto desaparecer� muy pronto desaparecer� si no se le declara de inter�s p�blico. Realizan estas perspectivas paisaj�sticas, los fragmentados roquedas que aqu�, como en todo su curso se manifiestan con profusi�n, algunos con la forma de menhires. “Siguiendo por la otra banda, entre Antares y Con. Al paso del Andaluz, asent� el saladero de Olivares, luego de Marcial D�az y despu�s fondos de la caba�a Belinz�n, hoy quinta de Cend�n. “M�s adelante, a la derecha,se encontraba la chacra de Mart�n Artigas; su rivera oriental regaba las suertesque fueron de Luis y Esteban Artigas. “Ya casi al fin de su curso, a los fondos de la Escuela de Armas y Servicios, se destacan las peque�as elevaciones conocidas por Siete Cerros, pero un poco antes,junto al ex Camino Real, se mantiene en perfecto estado, aunque con modificaciones, la azotea donde estaba la antigua pulper�a y matadero de Manga” DE ESTEBAN ARTIGAS A MANUEL CIFUENTES El premier poseedor de la chacra del Manga fue Esteban Artigas, hijo del capit�n Juan Antonio Artigas, por donaci�n del gobierno espa�ol. En 1761 revista como soldado de la Compa��a de Vecinos de Montevideo, junto con su hermano Mart�n Jos�, padre del pr�cer. En 1769 se gana la vida alquilando boyadas para los trabajos de fortificaci�n de Montevideo, y en ese mismo a�o obtiene para su hijo Lu�s, otra suerte de chacra en el paraje. En el Padr�n Aldecoa, de 1772-1773 , figura como viviendo con sus seis hijos de menor edad en el Manga, entonces llamado Pago del arroyo de Sierra , conocido con esa denominaci�n por ser el apellido de un vecino de la zona. El 28 de marzo de 1774 le nace un hijo, cuyo nombre, Manuel Antonio, andando el tiempo, ser� grabado en la pir�mide de Mayo, de Buenos Aires. Su deceso tuvo lugar en el a�o 1811, “de resultas de heridas” que recibiera en el combate de San Jos�. A�os antes , en 1798 , hab�a vendido el predio del Manga Lu�s de la Rosay adquirido a su vez una estancia en el paraje conocido por Barriga Negra. Lu�s de la Torre vendi� la chacra a Rufina Pl� en 1810 . Con su nombre se conoci� el cruce del Con. Maldonado con el arroyo Toledo, luego conocido como Paso de la Cadena. En las cercan�as de la margen opuesta, en territorio del departamento de Canelones, exist�a una antigua construcci�n que fue pulper�a y en la que en 1973, modificada, funcionaba una carnicer�a y matadero. El cuarto propietario de esta chacra del Mangafue Marcos Drapple. En febrero de 1834 ofrec�a en venta su saladero, situado a 3 � leguas de Montevideo, junto con dos suertes de chacras de cuatro cuadras de frente y una legua de fondo cada una. Seg�n ”El Universal” ten�a buenas tierras de pastoreo y aguas, arboledas de sauces y membrillos y un cercado de pitas como para proteger diez fanegas de sementeras. Los edificios que compon�an este saladero conocido con el nombre de “Los Dos Hermanos” eran : uno de diecis�is habitaciones, un almac�n , una carnicer�a, un “granero en alto” para dep�sito de cueros, sebo, lanas y granos y un galp�n grande desalar con sus aleros. Adem�s contaba con un enrejado de madera para apilar las carnes, con cuatro puertas de ventilaci�n, y una caballeriza. En el predio del Manga, puesto en venta en enero de 1834, exist�an tambi�n dos atahonas, un horno de ladrillos con estanque y un pisadero. El comprador fue Lu�s Fern�ndez, que ya junto con su hermano Jos�, hab�an estado vinculados al lugar por sus actividades, donde ten�an a fines de siglo XVIII, una chacra, pulper�a y atahona. La propiedad de esta chacra la mantuvo Lu�s Fern�ndez luego del fallecimiento de Jos� en 1819, hered�ndola Manuel Cifuentes, persona de arraigo en el Cord�n, donde fue juez de Paz. En 1832, Cifuentes fue designado por la Junta Econ�mico-Administrativa del departamento de Montevideo para integrar la Comisi�n de Educaci�n P�blica de Extramuros, junto con Mat�as Tort y Pedro Pablo de la Sierra. En el per�odo1839-1841 fue miembro de dicha Junta y a�os despu�s,en 1863,luego de haber residido en el Manga con su familia durante la llamada Guerra Grande, fue convocado para integrar dicho cuerpo comunal como suplente de F�lix Buxareo. LA ESCUELA AGR�COLA JACKSON Lindando con los campos de su padre- Camino Real por medio- Lu�s Fern�ndez se vio favorecido en 1769 con una suerte de chacra que se prolongaba hasta el hoy Con. Melchor de Viana. Luego, en 1792, la adquiri� Jos� Fern�ndez Bermella y tres a�os despu�s, este vendi� a su hermano Luis media suerte de chacra, que en 1796 fue comprada por Marcos Drapple. Este ,luego de explotarla durante 28 a�os, la transfiri� a Francisco Belleancour en 1824, pero prosigui� sus actividades saladeristas en la zona. Belleancour leg� su predio a Honorato Roustan, quien con otros, lo vendi� a Juan Jackson y a su esposa Clara Errazquin. Estos lo legaron a sus hijos Juan y Clara Jackson de Heber. En 1890, con Sof�a Jackson de Buxareo lo donaron a la congregaci�n de San Jos� Citeaux. Los religiosos josefinos se establecieron en 1883, hasta que fueron relevados por los salesianos en 1897. All�, a 17 y � kms. De Montevideo, sobre la actual ruta 8, pronto iniciaron los cultivos agr�colas. Lentamente la obra humana fue transformando los eriales y en 1915 comenz� a funcionar regularmente una escuela agr�cola, dedicada intensamente a la formaci�n de peritos agr�nomos. Hacia 1934 ya exist�an un vi�edo de 50 hect�reas y un olivar que ocupaba 10 hect�reas. Se cultivaban productos de huerta en 14 hect�reas, la agricultura forrajera ocupaba otras 20, igual extensi�n se dedicaba a la agricultura intensiva y 28 hect�reas a la lecher�a y pastoreo. En 1965, en las 12 hect�reas que comprend�a la Escuela Agr�cola Jackson, se extend�an los cultivos que los propios alumnos trabajaban en aprendizajes pr�cticos. Los trabajos de experimentaci�n, que significaban mantenimiento y estabilidad econ�mica a la escuela, se realizaban en distintas divisiones por las que los alumnos cumpl�an un ciclo quincenal de aprendizaje : tambo ,lecher�a , cerdos, criaderos de aves (patos y gallinas), huerta, frutales, vi�a, chacra, bodega, olivares, industrializaci�n de frutales y legumbres, elaboraci�n de aceite. Dentro de esos trabajos estaba incluida la elaboraci�n de quesos, manteca y dulce de leche; en lo referente a aves se trabajaba con ponedoras, pollitos beb� y pollos de engorde ; la fruta permit�a elaborar dulces, mermeladas y fruta en alm�bar ; en lo que comprend�a a la huerta, se industrializaba el tomate, conserva, salsa y dulce. Se elaboran, asimismo una de las mejores clases de vinos del pa�s y en los olivares, aceites de alta calidad. Una cantidad cercana a los seiscientos j�venes hab�an egresado hacia 1974 de la Escuela, con su t�tulo de peritos agr�nomos. Con su bagaje de conocimientos t�cnico-pr�cticos han servido desde sus puestos de trabajo al agro nacional. Cabe recordar, entre los impulsores del desarrollo de la obra ejecutada por la Escuela Agr�cola Jackson a los religiosos Peruzzo, gestor de la primera escuela agr�cola del Uruguay ; Benito Conte Grand, creador de un vivero forestal aut�ctono; al salesiano e ingeniero agr�nomo Villar, propulsor de una raza bovina lechera y m�s cerca de estos �ltimos a�os, los sacerdotes Pagnutti,Fantini, Sixto Pagani, Romano, Pena y muy especialmente el P. Sebasti�n Barreto, estimulador de huertas, en su pr�dica constante en audiciones radiales. En los campos de la escuela estaban representadas casi todas las actividades del trabajo rural: conservaci�n de suelos por m�todos apropiados, fertilizantes, rotaciones, riego, lecher�a, suinicultura, apicultura, forestaci�n, horticultura, vitivinicultura, frutales, agricultura forrajera y cerealera, ganader�a de ovinos y bovinos, parque de maquinaria, talleres, industrias de dulce y conservas enolog�a… Se manten�an los cursos regulares en r�gimen de internado y se realizaba la pr�ctica diaria , visitas a empresas agropecuarias, conferencias, program�ndose tambien foros, cursos de posgrado, cursillos, viajes de estudio. Desde 1905 funcionaba junto a la escuela un colegio (Jackson de San Jos�) , luego seminario, que comprend�a en sus programas estudios de filosof�a y teolog�a. Actualmente – 1995 – ya no se dictan curos en este importante centro de ense�anza que fuera la Escuela Agr�cola Jackson. A los fondos de la escuela, se encuentra el establecimiento vitivin�cola fundado en 1904 por el ciudadano franc�s Andr�s Faraut , que lleg� al paraje luego de haber plantado doce a�os un vi�edo en la zona de Flor de Maro�as, en sociedad con Antonio Su�rez, nieto del gobernante de La Defensa de Montevideo, Joaqu�n Su�rez. Hoy sus descendientes siguen trabajando con ritmo sostenido, con niveles similares a los mejores del pa�s. Manga – y tambi�n Toledo – defienden a�n los antecedentes agrarios de su historia y contin�an dando a sus zonas la gracia de su cintur�n agr�cola de quintas, de vi�edos, de huertas, de largas y cuidadas ringlas de frutales. LA DESTILERIA DE PORTAL Seg�n los Apuntes de Benito Tesore, una nota distinta puso en la regi�n la destiler�a de alcoholes de Portal, quien hab�a comprado campos en Manga, en 1853, que hab�an pertenecido a la Estancuela de Viana. La destiler�a que ten�a moderno instrumental de la �poca y poderosas bombas que extra�an el agua del arroyo vecino, fue instalada en la confluencia del Toledo con el Ba�ado Carrasco. Hombre animado de esp�ritu progresista, pronto gran parte de sus tierras se vieron cubiertas de vi�edos y montes frutales de diversas variedades. Entre otros intentos de agricultura Portal efectu� plantaciones de tabaco, hasta que en 1889 transfiri� su chacra a Mart�n Pays, quien a su vez, en 1891, la vendi� a Bertrand Suzacq. LA CHACRA DE BERRO Y ERRAZQUIN Seg�n Aureliano G. Berro, la sociedad Berro y Errazquin compr� a fines de 1799 una chacra, que se llam� del Manga, por estar situada la casa a pocas cuadras del arroyo hom�nimo. Los adquirientes tomaron posesi�n de esas tierras en 1800. El predio ten�a una extensi�n original�sima, pues med�a una legua de largo, desde el arroyo de Manga hasta el de Toledo, por cuatro cuadras de ancho. Estaba resguardado con un muro de piedra por los costados sur y norte y cercado de pitas en el frente oeste. Dicha chacra, en la que se realizaron construcciones en 1806, hab�a pertenecido a Miguel Marcelo Medina. A�os despu�s fue levantado otro cuerpo de edificio, destinado a establecimiento de una f�brica de jab�n y velas. La edificaci�n principal ten�a techos de azotea, paredes de piedra y ladrillo y tirantes de palma tra�das del Paraguay. En 1914 se encontraba casi totalmente en ruinas. En esa chacra pas� largas temporadas el presb�tero D�maso Antonio Larra�aga, con cuya hermana, Juana Larra�aga, estaba casada Pedro Francisco Berro. Asociado desde 1800 con Errazquin en una empresa naviera, Berro desempe�� entre otros importantes cargos, el de miembro de nuestra primera Asamblea General Constituyente y Legislativa (1828-1830). Habiendo fallecido Pedro Errazquin en 1822 , se liquid� la sociedad con la viuda Josefa Larra�aga de Errazquin, adjudic�ndose la chacra del Manga a Pedro Francisco Berro. La azotea de Berro y Errazquin todav�a subsiste en camino Gral. Osvaldo Rodr�guez, en puntas de Manga, reconstruida, siguiendo sus primitivas caracter�sticas arquitect�nicas. Uno de los hijos de Pedro Francisco Berro – Bernardo Prudencio Berro – edific� su propia vivienda a unas veinte cuadras de la casa paterna, pero tambi�n residi� durante largos per�odos en �sta. All� vivi� muchos d�as pl�cidos y hall� refugio en los turbulentos, en horas de dura lucha entre divisas. En 1860 un grupo de amigos pol�ticos le ofreci� la presidencia de la Rep�blica. Luego de cumplir una honrada administraci�n, regres� a su chacra del Manga, donde plante� una f�brica de dulce de membrillos, que atend�a personalmente. Su hijo Mariano B. Berro ha descrito minuciosamente la vida y los trabajos de la chacra. EL FERROCARRIL DESDE EL CORDON A MANGA En el fasc�culo de esta colecci�n dedicado al barrio El Cord�n referimos detalladamente aspectos del Ferrocarril Uruguayo del Este. Iniciadas sus obras en 1873, al cabo de cuatro a�os hab�a culminado con el tendido de rieles en una extensi�n de 14 kil�metros, desde estaci�n Cord�n hasta Manga, en cuya oportunidad la Empresa exhibi� su tren de fabricaci�n estadounidense. “Con apenas 14 kil�metros de extensi�n, era imposible aspirar mayores progresos”, afirma A. Caprario Bonav�a en sus “Apuntes para la historia de los ferrocarriles uruguayos”. “Las entradas – subraya- no cubr�an los gastos y el rengl�n de cargas era insignificante , ya que las carretas que transportaban los frutos desde los lejanos Departamentos del Este, no iban a transferirlos a la v�a f�rrea, luego de haber cubierto la mayor parte del recorrido para alcanzar la Capital.” El gobernador coronel Lorenzo Latorre prest� apoyo una “subvenci�n temporal” para impulsarse desarrollo, que consisti� en un pr�stamo de $ 53.000,que le fueron entregados mediante cuotas de $ 2.000 mensuales, pr�stamo generoso cuya devoluci�n se har�a con servicios oficiales, no devengaba intereses y no ten�a vencimiento. El 16 de marzo de 1879 la l�nea qued� abierta hasta Toledo y a fines de 1880 Baena tarspas� su empresa a una sociedad an�nima integrada por los Sres. J.M. Mac Alister , Ruperto Butler, C. Guaniy F.L. Humphreys, la que en el correr de 1882 la prolong� hasta Pando. Posteriormente pas� a ser propiedad de una compa��a londinense, con la denominaci�n de Ferro-Carril Nordeste del Uruguay. El 6 de enero de 1889, el presidente M�ximo Tajes inaugur� la l�nea hasta Minas. Desde entonces y hasta los primeros meses de 1938, y ya denominada “Extensi�n Nordeste del F. C. Central” , cont� con un gran movimientodecargas. El 1�de abril de aquel a�o se procedi� a la clausura definitiva de dicho ramal, al establecerse un acuerdo entre la comuna de Montevideo y la empresa del Ferrocarril Central, que consisti� en la permuta de algunas �reas sobre la calle R�o Negro y la rambla Portuaria por las franjas de terrenos por las que se hab�an tendido los rieles en El Cord�n. Al desparecer la estaci�n ferrocarrilera de este barrio, todos los trenes tuvieron que converger en la estaci�n Bella Vista, luego llamada Dr. Lorenzo Carnelli. Con el fin de ferrocarril a Manga- dice Caprario Bonav�a – “se fue el trepidar de las locomotores que, arrastrando largas filas de vagones henchidos de valiosas cargas, pon�a una nota animada y pintoresca en las populosas barriadas por las que atravesaba”. LA ESTACION TERRENA MANGA El 21 de marzo de 1986, el presidente Dr. Julio Mar�a Sanguinetti inaugur� la Estaci�n Terrena Rastreadora de Sat�lites de Manga, lo que permiti� a nuestro pa�s la autonom�a absoluta en materia de comunicaciones v�a sat�lite, en telefon�a y televisi�n. Las obras de la estaci�n costaron alrededor de10 millones de d�lares. La estructura espectacular de la mole blanca de la antena se destaca n�tidamente en el paraje de casas bajas de Manga, mide 32 metros de di�metro y est� conectada con un sat�lite a 36.000 kil�metros de altura. Se trata de un sat�lite “fijo” , es decir, que gira con la misma velocidad angular que la Tierra. Las se�ales que env�a son recibidas por la antena y transformadas en la Planta de Antela all� instalada, que a su vez las env�a a otra antena de microonda. Las se�ales son finalmente enviadas a la Central Aguada , que distribuye todo el tr�fico. Esta antena de la Estaci�n Terrena Manga, tiene un peso de 160 toneladas y su precisi�n es muy alta. Las se�ales recibidas desde el sat�lite son de muy bajo nivel, por lo que se utiliza un receptor de alta sensibilidad. Su principal funci�n es elevar la se�al a un nivel �til , debiendo amplificar la se�al recibida hasta 500.000 veces. Asimismo , un transmisor de alta potencia es necesario a fin de enviar las ondas de radar al sat�lite. Hasta ese momento, Uruguay depend�a de Argentina en el campo de comunicaciones v�a sat�lite, pagando un elevado precio por el usote la estaci�n Balcarce. ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES En la zona de Manga se encuentran establecidas la escuela N� 138 (camino Carlos Linneo s/n) y la N � 64 “Eduardo Fabini” , en avenida De la Aljaba 1632; en Puntas de Manga , la N� 230 , en calle Canope casi avenida Jos� Vell�n. En la escuela N� 138 , desde abril de 1992 funciona en horas de la tarde el Liceo N� 48 ,con cuatro grupos de alumnos de1er a�o. � LIMITES DE MANGA Y ESTACION MANGA Las autoridades comunales, por resoluci�n del 3 de octubre de 1989 dividieron Montevideo en 39 barrios. Manga est� definido por : camino Maldonado, Arroyo Manga, camino Repetto, calle Domingo Mora, Angel Zanelli , Oficial 7�, camino de los Siete Cerros y camino Casavalle y Estaci�n Manga, por : camino del Paso del Andaluz (ambos frentes) , Avda. de las Instrucciones (ambos frentes) , L�nea paralela a 200 metros al Este de la alineaci�n Este de la Avda. Pedro de Mondoza, camino Carlos A. L�pez hasta la calle Achar, camino Carlos A. L�pez (ambos frentes) , L�mite Este del padr�n 148.981, camino Pettorosi, L�mite Este del padr�n 91.942 , camino al Paso del Andaluz (ambos frentes) , calle Tol�n , camino al Paso de la Espa�ola o Andaluz, camino Domingo Arena, Avenida Pedro de Mendoza, camino Carlos A. L�pez y limite Este de la Carpeta Catastral N� 3004. (Fuente LOS BARRIOS DE MONTEVIDEO Tomo VIII Antiguos Pueblos y Nuevos Barrios – Autores An�bal Barrios P�ntos / Washington Reyes Abadie) � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � |
� | |||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||
� | ||||||||||||||||||||
� | ||||||||||||||||||||
� � � � � � |
||||||||||||||||||||
� | � | |||||||||||||||||||
� | ||||||||||||||||||||
� | � | � |