ABC MADRID 05-12-1968 página 126

y poesía, cada día roeia, amor aramazico, conversador, viajero, novehsta. diplomático, Agustín de Foxá. conde de Foxá. nace en Madrid en 1903, y ha sido, humana y literariamente, un lujo de cultura, de brillantez V de éxito. Uenó su vida y sus trabajos de buen gusto, de fina sensibilidad irónica, de gracia y de acierto. Cui- Ping- Sing drama en verso, fue un acontecimiento Sus libros de poemas La niña del caracol El toro, la muerte y él agua El almendro y la espada lo muestran dueño de una imaaen brillantísima, con un temperamento romántico aus no deja de proclamar su devoción clásica. Muere en Madrid en 1959. AGUSTÍN DE FOXA LAS SEIS MUCHACHAS TRAS EL MIRADOR k Las seis, mujeres de maridos ricos. Las seis, sentadas en el mirador. Las seis, haciendo con ganchillo- -madeja blanca o rosa- -su labor. Una piensa en el mar, otea en los trenes, dos en jardines y una en luna clara. La más pequeña sueña por eil aire hombres de fuego y besos de enramada. Los seis maridos- -leontina de oro, sortija y puro- -van por los caminos comprando encinas de carbón y ovejas, roncando en los hoteles pueblerinos. Cuando apuntan un árbol, en sus libros entre el Deber y el Haber, no ven las hoja que mayo exalta de ardorosos nidos j 2 a hermosura del rocío ignoran. Ellas siguen calladas y sumisas celebrando una boda imaginaria con capitanes rubios como arcángeles, poetas o marinos de otras playas. Los seis maridos van trocando en chequeé los trigos, el rebaño, el olivar. Las seis muchachas ven la lluvia amarga un día y otro en el cristal. Péndulo provincial; pasan años, vendrá un abril y no hablará de amor J Eae día veréis seis viejeeitas, las seis sentadas en el mirador. Para alegrar con fuegos tus tedibs invernalei los tapones quemaron sus trineos mejores. Viste los esqueletos de los exploradores en las noches llameantes de auroras boreales Virgen del Polo Norte, donde es cristal el nie que oíste ladrar las focas en sus helados bancos y el sol de medianoche doró tu cabellera. Hay que amarte de prisa, antes de tu deshiela, antes que a tu flotilla de icebergs y osos blanco hunda, con su torpedo de flor, la primavera. AL CENTAURO ¡OVEN Joven centauro en tibia prísCla Feraf fresco animal y adolescente sabio con problemas de Eudides en el labí j tus cascos le potro en la pradera. Tú galopas el trébol con rocío, torso desnudo y grupa musculada, y esperas, en la tarde, a la yeguada cuando atraviesa, con espuma, el ría ¿Oh quién tuviera, como tú, cintra ¿onde la rosa en carne adolescentr se injerta con el áspero caballo! ¡Tener libres. los ojos en la alterna, tranquilo el corazón, limpia la frenta y abajo el animal, triste y vasallo! AINO Ainó, la esquiadora desnuda por los mares que el hielo inmoviliza; pastora de los renos, mendiga de las nieves que kas cubierto tus seno con la piel plateada de los zorros polares.